La garra charrúa

Uruguay nunca muere. Es competitiva, no da un balón por perdido, vende cara su derrota. Uruguay tiene carácter, y calidad, la de Luis Suárez. En el encuentro ante Inglaterra se vivió un episodio de lo más ilustrativo, lo protagonizó el jugador uruguayo Álvaro Pereira.

Pereira se quedó conmocionado en el césped tras un fuerte rodillazo, involuntario, en la cabeza del inglés Sterling. Se quedó en el césped noqueado y las asistencias tuvieron que entrar de inmediato. Una vez inspeccionó el médico de Uruguay al jugador, solicitó el cambio, ya que lo vio afectado tras el golpe. Pero Álvaro Pereira no lo consintió. De inmediato le dijo al médico que no, que no sería sustituido, y saltó al campo. Y de hecho, lo terminó, y con victoria,
Buen ejemplo del partido de Uruguay, competitivo al cien por cien. De la garra charrúa.
"Me desmayé, pero me voy a cuidar. Me dolía la cabeza pero quería ayudar al equipo. Lo primero es la Celeste", ha explicado el jugador tras el partido.