Dani Sánchez se abre en canal. El jugador del Málaga CF, que reapareció el sábado en el partido ante el Real Valladolid tras más de un mes sin jugar, publicó una carta a las 3 de la mañana a través de sus redes sociales confesando que ha tenido problemas mentales en las últimas semanas. El futbolista confiesa que se llegó a ver "al borde", pero que ahora vuelve "a sentir esa luz que hacía tiempo no veía".
Titular en cuatro de las primeras diez jornadas y siendo un habitual de los planes de Sergio Pellicer, Dani 'desapareció' el pasado 19 de octubre. Fue titular ante el Leganés y completó los 90 minutos, pero desde entonces no ha vuelto a tener ni un solo minuto en ningún partido de LaLiga Hypermotion.
Este sábado, ante el Real Valladolid, volvió a sentirse futbolista. Entró al terreno de juego a los 68 minutos de encuentro en sustitución de Víctor García, ya con 1-1 en el marcador. Gozó de algo más de 20 minutos que le ayudaron a reencontrarse mentalmente.
"30 de noviembre 03:00 am, me dispongo a escribir a ver qué sale:
Estás últimas semanas y algunos meses atrás han sido una prueba muy dura para mí. La ansiedad me empujó a cuestionarlo todo, incluso lo que más amo. Y eso me afectaba en cosas que siempre habían sido naturales para mí: mi confianza, mi energía, mi manera de vivir cada día y cada entrenamiento. Sentía que no era yo, como si estuviera peleando contra una parte de mí que no entendía. A veces, cuando no entiendes por qué las cosas no salen, el silencio pesa más que cualquier derrota.
No ha sido fácil reconocerlo, pero creo que es importante aceptar que incluso los más fuertes también caemos. Y yo caí, pero también aprendí a levantarme. Aprendí a escucharme, a darme tiempo, a entender que la mente también necesita descanso y cuidado.
En todo este proceso he estado más reservado, más en silencio, y sé que quizás desde fuera podía parecer que algo no encajaba. Y sí, seguramente muchas cosas en mi rendimiento o en mi situación tenían una explicación interna que yo mismo estaba intentando gestionar. Pero no quiero justificar nada: lo que importa es que estoy volviendo a encontrarme. Y aunque me sentí al borde, decidí levantarme. Cada entrenamiento, cada minuto sin jugar, cada pensamiento negativo… todo lo estoy transformando en fuerza. Está foto ha sido minutos después de finalizar el partido, aliviado conmigo mismo y sonriéndome, porque me lo merezco y porque hay gente que se merece verme así.
Hoy, gracias a Dios, vuelvo a sentir esa luz que hacía tiempo no veía. Vuelvo a recuperar mi confianza, mi ilusión, mis ganas de ser el de siempre: dedicado, ambicioso y con hambre de crecer. Estoy sonriendo otra vez, disfrutando del fútbol de verdad, sintiéndome libre y fuerte.
Quiero mencionar, aunque sea brevemente, a mi familia y a mi círculo más cercano. Ellos han sido un apoyo silencioso pero fundamental, el tipo de compañía que no hace ruido pero sostiene. Y eso se queda para siempre. Ellos serán los que me acompañen toda mi vida.
Uno puede caer, puede dudar, puede romperse un poco… pero nunca tirar la toalla. He vuelto a ser yo. Y voy a por todas.
03:45 am. Fin".
Ánimo Dani