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"¡Vamos Málaga, hoy te he venido a ver!": así se vivió la invasión a Linares desde dentro

Recibimiento de la afición del Málaga en Linares. (Vídeo: Alberto Fuentes)
Alberto Fuentes

El estadio municipal de Linarejos estaba a unos 250 kilómetros, pocos para lo que ha sido capaz de recorrer la afición del Málaga por ver a su equipo. Si pensaban que el descenso iba a bajar del barco a muchos, ha ocurrido todo lo contrario. El malaguismo tiene más ganas que nunca de acompañar al escudo en un año que esperan que sea de resurrección, de ascenso y de alegrías aderezadas con esa adictiva pizca de sufrimiento. La cosa va por el camino idóneo, más si cabe por la victoria lograda en Linares.

El equipo tuvo el respaldo de unos 2.500 malaguistas que convirtieron Linarejos en una pequeña Rosaleda y a Linares en un barrio malacitano en día festivo. Los bares y restaurantes de alrededor hicieron caja con la cantidad de bebidas y tapas que salían de sus cocinas. Algunos de ellos se vieron superados ante tanta demanda. La hinchada del Málaga fue a pasarlo bien, a pagar el peaje del calor, a hincharse la barriga y a animar como lo suele hacer. Pero lo de este domingo adquirió otra dimensión, como se aprecia en el vídeo que encabeza este artículo. Un recibimiento de Champions... en la tercera categoría.

Durante los 90 minutos se vivió una atmósfera apasionante, con algo más de 7.000 espectadores en total. Los hinchas del Linares apretaron muchísimo en un estadio coqueto, de esencia retro, con techado de chapa que retumba con cada jugada polémica y de gradas de pie detrás de la portería. Puro fútbol noventero.

Así estaba el estadio de Linarejos, invadido por miles de malaguistas. (Foto: El Desmarque)

Hubo momentos de rivalidad, de pitos e insultos, algo normal en la batalla del césped. Pero el hermanamiento entre aficiones es para destacarlo. Desde antes del partido y después del mismo, en todo momento respeto y admiración entre malaguistas y azulillos. Cervezas mutuas, saludos entre desconocidos y un buen rollo palpable. En el partido, un show constante. El himno del Málaga a capela, ovaciones a sus jugadores o el grito con el gol de Roberto. Decibelios infinitos.

En un vídeo de siete minutos que ha compartido el Málaga CF se aprecia cómo se vivió desde dentro el Linares 0-1 Málaga, también desde la perspectiva de los jugadores tras el pitido final. Fue un partido que siempre se recordará por las imágenes que dejó en las gradas. Cada foto y cada vídeo es más increíble que el anterior. Es lo que tiene una afición de Primera y no precisamente Federación.

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