La importancia de la clasificación en un hipotético play off

El Málaga marcha cuarto de LaLiga 1|2|3. Los de Juan Ramón Muñiz tienen 50 puntos, los mismos que el Albacete, que ostenta la tercera plaza. Hay un boquete significativo con los dos primeros, que ocupan las plazas de ascenso directo. En la cima está el Osasuna (57), que reafirmó su liderato tras asaltar La Rosaleda, y a su rebufo, el Granada (56). Por detrás del equipo malagueño cierran el play off el Dépor (49) y el Cádiz (47). Son los seis equipos que, ahora, luchan por el ascenso a LaLiga Santander. Quedan 39 unidades en juego, por lo que aún puede haber baile de puestos en la zona alta.

No es indiferente que posición ocupar al final de temporada. El formato dice que los dos primeros se subirán en el ascensor directamente hacia Primera. Los otros cuatro equipos, del tercero al sexto, se juegan la plaza restante, de la que ya habla Muñiz. Cuatro conjuntos por un billete hacia la élite, en un sistema instaurado desde la temporada 2010/11. Se juega a eliminación directa a doble partido, enfrentándose el tercero con el sexto, así como el cuarto con el quinto. Los dos ganadores pasan a disputar otro enfrentamiento a ida y vuelta, con el premio del ascenso para el que venza.

Hay una novedad importante desde el verano de 2011. La Asamblea de la Liga de Fútbol Profesional tomó la decisión de prescindir de los penaltis en el play off de ascenso para decidir en caso de igualdad. Así, si ambos equipos semifinalistas o finalistas del play off empatan al final del partido y de la prórroga, ascenderá el mejor clasificado durante la fase regular de LaLiga 1|2|3. De ahí la importancia de, en caso de no subir de forma directa, quedar cuanto más arriba mejor (también para jugar la vuelta en casa). Ser tercero da una pequeña ventaja en un contexto de máxima igualdad. Al menos, el club de Martiricos está bien posicionado ahora, aunque aún queda mucho calendario por delante para cualquier escenario.