Alberto Bueno relata su calvario

Alberto Bueno recaló en el Málaga hace poco más de un año, en el mercado invernal de 2018, con el objetivo de convertirse en un jugador importante en los planes de Míchel y recuperar las sensaciones que tiene un futbolista de élite. Llevaba meses apartado en el Oporto, recluido en el segundo equipo y condenado a no jugar. Míchel le reclamó para su proyecto, pero Bueno no cuajó en Martiricos. En verano tuvo que regresar al Oporto, el club propietario de sus derechos, y allí su calvario tuvo de nuevo continuidad.

El exmalaguista habló en Radio Marca de lo duro que han sido estos años en el Oporto. "La decisión que tomé (fichar por el Oporto) la tomaría mil veces. Salía de un equipo como el Rayo Vallecano, el cual estaba en un nivel muy bueno, y fui a un club en el que podía ganar el campeonato, jugar la Champions, algo que a un jugador siempre ilusiona", explicó.

Pero lo que se presentó a priori como un desafío ilusionante, acabó convirtiéndose en una pesadilla. "Es cierto que no tuve las oportunidades que me prometieron y una lesión lo interrumpió todo, pero a partir de ahí todo ha sido zancadilla tras zancadilla, el club no se ha portado nada bien conmigo y no me han facilitado las cosas, así que lo mejor para mí ha sido poder terminar mi vinculación con ellos. Lo he conseguido y me he quitado un peso de encima y ahora soy libre de hacer lo que quiero, jugar al fútbol que es lo que más me gusta", añadió.

Preguntado sobre si considera que le hicieron mobbing en el Oporto, Alberto Bueno fue claro: "Sí, completamente. En mi día a día yo quería jugar, ser feliz, sentirme que entrenando podía entrar en los planes del entrenador, y cuando te mandan con el equipo B, es algo que no se lo deseas a nadie. No quiero entrar muy allá en las cosas, porque ahora estoy viviendo la parte positiva que todo jugador quiere, que es sentirse útil, valorado, compitiendo, y quiero dejar eso como una parte atrás. En mi vida siempre he aprendido de los errores y de los aciertos y eso me hará más fuerte".

Desde este mes de enero, Bueno defiende la camiseta del Boavista, club en el que vuelve a sentirse importante y con el que se ha comprometido hasta junio de 2020: "Firmé año y medio con el Boavista, pero con opción de poder decidir mi futuro en el próximo verano. Estoy muy a gusto en mi nuevo club, a ver qué ocurre". El calvario que ha vivido Alberto Bueno parece quedar atrás.