Indemne del primer bache
"No veo ningún momento delicado", aseguraba con rotundidad Juan Ramón Muñiz antes de subirse al avión dirección Palma. Una tranquilidad que contrastaba con un Málaga cuesta abajo, que ponía la quinta plaza sobre el tapete. Dos tropiezos seguidos que sembraron las primeras dudas en un equipo que empezó como un ciclón LaLiga 1|2|3 tras el aterrizaje, pero que sumó varias tribulaciones lejos de La Rosaleda. Se acrecentó el murmullo tras perder la imbatibilidad en Martiricos, vaso para ahogar la penas a domicilio. Sin embargo, Son Moix supuso un punto de inflexión.
Por el triunfo propio, lejos de la Costa del Sol y ante un rival de enjundia. También por los resultados colaterales, que beneficiaron para comprimir la clasificación. Había un amago de brecha por parte del Alcorcón, aunque su derrota cierra la tijera de nuevo. Así, los blanquiazules salen indemnes del primer bache de la competición, que, a buen seguro, no será el último. No es un detalle teniendo en cuenta la complejidad del escenario, que suele bajarle el dedo a proyectos rutilantes. Buen ejemplo es el de Las Palmas, a seis puntos del play off, y que aún no asomó la cabeza tras sufrir el primer resbalón.
Una presión con la que aprende a convivir el Málaga, como hacía referencia el entrenador asturiano. "La categoría va igualada y cuando no mantienes la calma y tienes dificultades... Estamos preparados para sumir una temporada larga y dura", decía Muñiz, que incidía en el cartel de aspirante: "El día a día te hace ser optimista porque vamos superando situaciones difíciles, muy complicadas, y el equipo demuestra ser maduro, sabe a lo que se dedica. En el vestuario no había dudas pese a las dos derrotas. Aunque parezca que no, los recién descendidos pueden perder porque los demás equipos están".
Internamente está el mantra de posicionarse hasta marzo, donde ya se peleará de forma definitiva por el orden de cara al ascenso. Antes, debajo de los ojos, aparecen el Cádiz, el Oviedo y el Reus para cerrar una primera vuelta que, hasta el momento, es satisfactoria tras superar el trago amargo del desplome desde la élite. El ascenso se escribe paso a paso, de ahí el aspecto primordial de superar cada bache que la categoría ponga en el camino. El primero está esquivado.