Al-Thani, La Rosaleda y un derbi andaluz colorido
Es el segundo plató del menú siempre sugerente que sirve a la mesa LaLiga 1|2|3. El Málaga y el Granada se reencuentran sobre el tapete de La Rosaleda un año después. Un derbi andaluz con colorido en la grada y de un alto nivel deportivo, con ambos arañando por hacerse un hueco en el ático de la clasificación. Tercero contra cuarto, un punto les separa. Aunque la tabla indica una situación idílica, hay incertidumbre en ambas trincheras. Duelo idóneo para salir con la moral henchida. O viceversa.
Al-Thani, posiblemente en el palco
Recién llegado desde Catar hay una alta probabilidad de que Al-Thani se siente en el palco de Martiricos. Sería la primera vez que la cabeza visible de la propiedad no ve al equipo en la élite española. Un viaje fugaz del dirigente, más corto de lo habitual y motivado por la celebración del juicio civil por el 'Caso BlueBay' que tendrá lugar el 4 y el 5 de diciembre. Un proceso importante a nivel de club para el que se persona el jeque. Tras un año y medio fuera, en caso de que se dé, está por ver el recibimiento de la afición, expectante por su presencia. "Estoy bien, gracias", decía Al-Thani transmitiendo tranquilidad en su desembarco en la Costa del Sol. "No debería afectar, tenemos que estar muy por encima de eso, tenemos que preocuparnos de lo que podemos solucionar", aseguraba Muñiz después sobre el litigio y la llegada del presidente.
Con Harper, pero sin Adrián
Adrián González se perderá su segundo partido de la temporada, el primero por lesión. Una especie de sima para Muñiz, que probablemente rellenará su hueco con Lacen. Hay más opciones, pero el argelino siempre partió por delante cuando hubo ausencias en la sala de máquinas. Cifu, que ya está recuperado, también oposita a desbancar a Iván Rodríguez de la banda derecha, donde hay una importante competencia. Harper, de regreso en una lista, puede aprovecharse del vacío que hay detrás de Blanco Leschuk. El argentino brilló con él por detrás y con Koné. El africano está ahora en el dique seco. El entrenador gijonés da pocas pistas, pero sí deja detalles. El dominó del medio provoca que Boulahroud gane posiciones en una convocatoria donde también está Haksabanovic. Salen Hicham y Héctor Hernández.
El retorno al paraíso
El Málaga retorna a su oasis, La Rosaleda. Lejos de ella desfila con otro antifaz, más vulgar. La lógica dice que el pleno se cortará algún día, mientras tanto los blanquiazules quieren continuar sacándole jugo a Martiricos. Números cum laude como local, que bajan de visitante. Es la asignatura pendiente de este equipo. La atmósfera será especial por las connotaciones del partido, que exigirá mucho en lo futbolístico. Será el tercer rival de enjundia, con la clasificación en la mano, que pasa por la Costa del Sol. Contra Alcorcón y Albacete hubo que escarbar para encontrar premio. A priori, no será más sencilla la tarea de esta jornada 16.
Un rival en horas bajas, aunque con talento
Tres partidos sin ganar son el primer caldo de cultivo en Los Cármenes de un proyecto nuevo y ambicioso. No preocupa a Diego Martínez, que prefiere mantener la calma. Estará Álex Martínez en Málaga tras esquivar una sanción, en un plantilla que llega con todo a suelo malagueño. El entrenador rojiblanco respetará su esqueleto básico y pondrá sobre el firme a un once de gala. Hay dudas en las alas, donde cuenta con abundante talento. Vadillo, Fede Vico, Puertas, Pozo o Adrián Ramos son los peligros de un conjunto nazarí con múltiples herramientas para recuperar trecho. Aliciente suficientes para acercarse a La Rosaleda, donde el partido conjuga con un horario amable.