De Diego a Diego, sin secretos
La carrera de Diego González Polanco (Chiclana de la Frontera, 1995), titular con el Málaga en los últimos partidos, tiene un antes y un después de la coincidencia con Diego Martínez Penas (Vigo, 1980), ahora entrenador del Granada y rival el próximo sábado en La Rosaleda. En el bienio 2015/17 ambos lanzaron sus carreras cuando eran jugador y entrenador en el Sevilla Atlético.
Pocos secretos de Diego a Diego. El chiclanero había dado algunos pasos en falso en su carrera. Probó con Liverpool y Roma, tuvo un conflicto con el Cádiz por su renovación y acabó fichando con 20 años por el Sevilla después, precisamente, de un paso por el filial del Granada en Segunda B. Es el contrario del sábado un club que tiene algunos reseñas en la incipiente biografía de Diego. A él le metió su primer gol en Primera en su debut con el Sevilla cuando Emery le dio la alternativa.
Diego Martínez se instaló en Andalucía con 20 años tras ser jugador en la cantera del Celta. Derivó hacia los banquillos y fue captado por el olfato de Monchi cuando tenía 29 años y había dirigido en el Grupo IX de Tercera. Se curtió visitando campos malagueños con el Arenas de Armilla y el Motril, al que subió a Segunda B. Entró en el amplio equipo de metodología del club de Nervión. Fue ayudante de Marcelino, Míchel y Emery, también ganó la Copa de Campeones juvenil en 2012 y en 2014 recibió la alternativa en el filial sevillista. Por sus manos habían pasado Luis Alberto, Campaña, Sergio Rico...
Martínez y González empiezan a escribir su historia en 2015, cuando el defensor ficha por el Sevilla. Entonces oscilaba entre el puesto de lateral izquierdo y central, pero el técnico le estabiliza como líder de su defensa. En dos años, el ahora malaguista juega 66 partidos a las órdenes de Martínez, 32 en Segunda B y 34 en Segunda A, y su carrera crece. Debuta con el primer equipo, hay un ascenso a Segunda del filial, también es llamado por España sub 21...
La versión más continua de Diego González se vio con el entrenador rival del sábado. Tuvo protagonismo y creció. No había hueco en el Sevilla para ambos, que salieron a la vez en 2017. Martínez fue a dirigir al Osasuna, con el que no pudo meterse en liguilla de ascenso. González vino a Málaga y descendió a Segunda. Este sábado se ven con un objetivo común, el ascenso a Primera, pero en trincheras contrarias.