Este sitio web utiliza cookies propias y de terceros con fines analíticos y para mostrarte publicidad personalizada (recopilan datos sobre tus gustos y perfil).

Si continúas navegando por el sitio, estás aceptando su uso.

Puedes rechazar la utilización de cookies u obtener más información al respecto en nuestra Política de Cookies

A través de cualquiera de las páginas webs del Grupo tiene la opción de personalizar las cookies tal y como desee.

Es Noticia

Koné recoge el anzuelo

Koné, en acción, durante el Málaga-Numancia.
J. M. N.

Era uno de los nombres propios de la noche. Salió charlando junto a Blanco Leschuk hablando a calentar, un hecho que acabaría siendo premonitorio. Ahí se gestaron los dos goles del Málaga, que creó Koné y embocó el argentino, voraz en La Rosaleda. La misma grada que coreó al africano cuando se marchó después de dispensar dos asistencias y ofrecer una actuación notoria en su debut como titular en LaLiga 1|2|3. Un despliegue físico y técnico sobresaliente para recoger el anzuelo que le puso Muñiz.

Había disputado 21 minutos en competición liguera, ante Córdoba y Las Palmas, y venía quedándose fuera de las convocatorias del técnico gijonés. La ausencia de Harper, fuera por un esguince en el último entrenamiento, le abrió un hueco. De la grada a la titularidad. Lo aprovechó el delantero, en el segundo 30 ya le había surtido el primer pase de gol a Blanco Leschuk, que luego lo elogió. Desbordó en la banda y puso un centro medido con la izquierda.

Le insufló confianza la primera acción y comenzó a moverse con acierto por todo el frente de ataque. El africano daba brío y dejaba destellos técnicos destacables. Sorprendía ese aplomo tras tiempo fuera, aunque demostró tener ritmo competitivo. Poco después del receso intermedio, Koné volvió a acaparar los focos. Por la otra banda, la derecha, se hizo un hueco y le puso un balón al pie al Tiburón de este Málaga, que la puso en las redes de Juan Carlos. Estaba enchufado el futbolista, al que muchos de sus compañeros arroparon en cada gol. En el minuto 50 se deshizo de un rival con un regate muy plástico y disparó con la zurda y solo una estirada del meta rojillo evitó la guinda a una noche sobresaliente.

Un cuarto de hora después, en el 65, dejó su sitio a Ontiveros. Le ovacionó La Rosaleda, en pie, que no había catado con continuidad, salvo en la Copa del Rey, el talento de Koné. El africano recogió el testigo de un Muñiz que no suele dar premios. Lo tuvo el '24' blanquiazul y oposita a más.

Escribir comentario 0 comentarios
Deja una respuesta
Su comentario se ha enviado correctamente.
Su comentario no se ha podido enviar. Por favor, revise los campos.

Cancelar