Bakary Koné ya es historia

El Málaga necesita soltar lastre y aligerar la masa salarial. Está costando, pero poco a poco van saliendo jugadores con los que no se cuenta. El último en desvincularse del club blanquiazul ha sido Bakary Koné, que ha rescindido su contrato con el Málaga este sábado.

El central burkinés llegó a la disciplina malaguista hace dos años procedente del Olympique de Lyon. El Málaga desembolsó 800.000 euros por él más una pequeña cantidad variable en función de unos objetivos que no se han cumplido, pues el africano apenas se ha enfundado la camiseta blanquiazul. Jugó algo al principio con Juande Ramos, pero varios errores importantes sentenciaron a Koné, que luego se marchó a la Copa África y se lesionó. 

La pasada temporada se fue cedido al Estrasburgo francés. Fue titular durante casi todo el curso, pero no estuvo acertado en el tramo final del campeonato y el club galo decidió no hacer efectiva la opción de compra que tenía sobre el jugador. Este verano, el Trabzonspor se interesó por él y las negociaciones llegaron a estar avanzadas. El Málaga pretendía recuperar la inversión realizada por Koné en 2016, pero pasaba el tiempo y el burkinés no salía, por lo que finalmente el club ha llegado a un acuerdo con el central para rescindir su contrato. 

"El Málaga y el jugador finalizan su relación contractual. El club desea mucha suerte a Bakary Koné en el futuro", dice la entidad en su comunicado oficial. Las siguientes salidas deben ser las de Rolón al Genoa y Keko al Valladolid, si bien hasta que no se firmen ambas cesiones no se pueden dar por cerradas al cien por cien (aunque el argentino ya se haya entrenado con el conjunto italiano).