Este sitio web utiliza cookies propias y de terceros con fines analíticos y para mostrarte publicidad personalizada (recopilan datos sobre tus gustos y perfil).

Si continúas navegando por el sitio, estás aceptando su uso.

Puedes rechazar la utilización de cookies u obtener más información al respecto en nuestra Política de Cookies

A través de cualquiera de las páginas webs del Grupo tiene la opción de personalizar las cookies tal y como desee.

Es Noticia

Cuando fueron reinas

D. Marín

El destino, caprichoso como ninguno, ha querido que un grupo de chicas luchen por devolver a la élite a la sección femenina del Málaga justo 20 años después de su mayor gesta. Las Adriana, Raquel, Paula, Sheila, Pamela o Ruth, por citar algunas, han suplido a las Isa Guerrero, Auxi, Alicia, Estrella o Reyes. Lo han hecho con mucho respeto, porque aquel Atlético Málaga fue capaz de construir una hazaña que nadie ha podido repetir hasta ahora en el ámbito femenino, la de conquistar el triplete en una misma temporada. Y no se trata de comparar, nada más allá, se trata de sentirse orgulloso del presente y del glorioso pasado blanquiazul.

La plantilla estaba formada por: Alicia, María José, Isa Guerrero, Auxi Jiménez, Estrella, Reyes, Sonia Amaya, Raquel Peña, Raquel Pérez, Belén Jobega, Ana María, Gloria, Loli, Libi, Reme, Pirri, Pilar, y Vicky, Además, Nati, Desi, Lourdes y Montse jugaron sólo la Supercopa, y la delegada del equipo era Gloria Rueda. 
Porque hay equipos, grandes equipos, súper equipos y luego está aquel Atlético Málaga del triplete de 1998, un grupo de jugadoras que demostraron que a veces para triunfar no hace falta chequera, sino actitud y toneladas de tesón. Al Atlético Málaga, minado de malagueñas trabajadoras en una élite menos profesionalizada, se le recordará siempre por sus batallas ganadas aquella temporada brillante en la que acabaron con los brazos extenuados de levantar trofeos. Liga, Copa de la Reina y Supercopa. ¡Tres en raya! Ni una miga de éxito en la mesa. En apenas cuatro meses, los que van desde mayo hasta agosto, las princesas de Málaga se convirtieron en reinas de España con su escudo blanquiazul en la corona.

1998

Es un año escrito con letras de oro en la historia del Málaga. El del retorno a Segunda División. El del Terrasa. El del hat-trick de Guede. Y el de las niñas del Atlético Málaga, que levantaron todo lo levantable. No hubo rival que le planteara sombra a una plantilla compuesta netamente por jugadoras locales y dirigidas por el paleño Paco Muñoz y por el incombustible Manolo Hernández Navarrete y por el paleño Paco Muñoz. Sólo el Barça de Guardiola y de Luis Enrique ha sabido después lo que supone para el espíritu deportivo de un grupo conquistar un triplete.

La Liga

El primer paso de este gran viaje fue la Liga. Lo más sorprendente es que el humilde Atlético Málaga nunca fue el favorito. En la competición doméstica hizo una primera fase magnífica, proclamándose campeón de su grupo de División de Honor (Andalucía y Extremadura) y clasificándose para jugar después la Liga de Campeones en Aranda de Duero (Burgos). Vencieron en semifinales y contra pronóstico al temido Oroquieta Villaverde de Madrid, entonces monopolizador de títulos, y luego al que era vigente campeón, el San Vicente de Valencia (luego absorbido por el Levante) en la final por 2-0. La cenicicienta ya era princesa. Era el 10 de mayo de 1998. Hace justo 20 años.

La Copa

El Atlético Málaga ya había sido subcampeón copero el año anterior y en este se desquitó en la final, que se disputó en el Camp D’Esports de Lleida con unas gradas llenas de malaguistas desplazados. El rival de turno fue el Lagunak de Pamplona, que acabó reducido a trapo ante el vapuleo de las malagueñas. Auxi marcó tres goles y Alicia Fuentes anotó el otro para un 4-0 histórico e inolvidable. La princesa ya era reina.

La Supercopa

Lo justo hubiera sido, como todavía bromea alguna jugadora, que la Supercopa hubiera ido directamente para Málaga por haber ganado Liga y Copa, pero no. Hubo también que disputarla, ante el Lagunak de nuevo. La ida, en Pamplona, acabó 4-3; y la vuelta, en un Anexo de La Rosaleda que nunca se ha llenado como aquel último día de agosto, 1-0, con gol de la ya internacional entonces Auxi. El Atlético Málaga volvía a hacerlo. “Historia, somos historia”, terminó diciendo Hernández Navarrete tras ser manteado. El Málaga había ganado el triplete sin fichajes y sin una mísera peseta. Ganaron por amor al fútbol y gritaron hasta la afonía eso de que ‘Victoria es un nombre de mujer’. Hoy, dos décadas después, efectivamente siguen siendo historia.

Escribir comentario 0 comentarios
Deja una respuesta
Su comentario se ha enviado correctamente.
Su comentario no se ha podido enviar. Por favor, revise los campos.

Cancelar