Anunció que no venía a salvar a nadie, que no era el mejor y su cometido sería ayudar en lo posible (amén de otras perlas), pero la sensación que desprende el Málaga es que se agarra a Julio Baptista para poder seguir peleando por la permanencia en Primera. De cierta forma es comprensible, el equipo de Manuel Pellegrini necesita de estímulos después de caer ante el Levante y ser incapaz de meter un gol al Deportivo. Pero la Bestia no jugará solo ante el Mallorca. Todo el bloque busca una redención que conforte a una afición sufridora como pocas, hastiada de tanta decepción, pero que mantiene su creencia en los blanquiazules. Se trata de la enésima final con el eterno objetivo: ganar. Otra cosa que no sea lograr los puntos significará entregar la vida al resto de rivales. Y cada jornada son menos los que luchan con el Málaga por certificar la salvación. La reacción debe llegar ya.
Debe llegar porque el Málaga se está acostumbrando a vivir bordeando al abismo y puede caer en cualquier momento. Las vibraciones que emite no son positivas, pero las matemáticas aún ayudan. Tanto, que podría acabar la jornada fuera del descenso si gana, no lo hace el Hércules y pierde el Zaragoza.Y La Rosaleda, como siempre, responderá. Hace una semana mostró su disconformidad con el equipo, incluso tuvo que observar que algunos jugadores se desmarcaran de la hinchada. Pese a ello, convertirá Martiricos en una olla a presión.
En lo que al plantel se refiere, Baptista será de la partida. Como Weligton, que regresa a su hábitat junto a Demichelis, o Mtiliga, lateral en lugar de un Eliseu sancionado. El sacrificado de la entrada del mediapunta brasileño será Portillo, refresco para la segunda parte. Seba Fernández, así pues, pasará al lado derecho del ataque. El Málaga saldrá con lo mejor que tiene. Ahora debe hilar un fútbol convincente, que genere ocasiones y no se quede en merodeo como ante el Deportivo.
El Mallorca, más abierto y alegre que el equipo gallego, parece más accesible para los de Pellegrini. Además, viene con bajas, ya que no está ni De Guzmán, el auténtico faro del bloque balear, ni Pereira. Son bajas sensibles, aunque Laudrup dispone de otros como Webó, Chori Castro o Nsue.
Alineaciones probables:
Málaga: Willy Caballero; Jesús Gámez, Demichelis, Weligton, Mtiliga; Seba, Recio, Apoño, Duda; Baptista y Rondón.
