Gonzalo Verdú fue el autor del primero de los tres goles que el Elche le endosó al Deportivo en Riazor este domingo. Y el tanto es digno de convertirse en la Jugada Merkur del encuentro. ¿La razón? Fue un disparo libre directo tras una falta en la frontal del área y el balón, tras volar por encima de la barrera deportivista, se coló por la escuadra de la portería defendida por Dani Giménez, que llegó a rozar la pelota sin conseguir detenerla o desviarla.