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Un mar de incertidumbre institucional se suma a un descenso irremediable

Un mar de incertidumbre institucional se suma a un descenso irremediable a Segunda División en Osasuna después del sorpresivo anuncio del presidente del club, Luis Sabalza, de no agotar su mandato y convocar adelanto de elecciones, previsiblemente para mayo o junio.Fermín Zariquiegui
Sabalza, al término de la asamblea extraordinaria en la que se aprobaron anoche los nuevos estatutos de la entidad, anunció por sorpresa que la próxima semana se reunirá la junta directiva para decidir un adelanto electoral y definir el calendario del proceso.
El presidente osasunista justificó la decisión de la junta al estar "harta" de lo que considera una "cruzada" contra ella y al no poder aguantar el "desgaste" personal Sabalza dijo que "no tiene sentido agotar" el mandato, hasta diciembre de 2018, y por ello convocará nuevas elecciones.
La directiva se vio obligada el pasado lunes a comparecer públicamente para dar explicaciones sobre los contratos del entrenador y director deportivo, Petar Vasiljevic, y las ayudas al técnico serbio para saldar sus deudas personales al estar embargado.
La junta defendió entonces su "honradez" en todas sus actuaciones y negó que pagase con dinero de la entidad las deudas de Vasiljevic, aunque dijo que le ayudó con unos pagarés a sus acreedores como garantía de cobro, pero con las percepciones a futuro del técnico serbio.
En una temporada de continuos fracasos deportivos, con solo una victoria en su regreso a Primera División y dos técnicos destituidos, Vasiljevic se preguntaba en víspera del último partido qué más podía pasarle a Osasuna esta temporada.
A la irremediable situación deportiva y con el equipo abocado al descenso al estar a 15 puntos de la permanencia a falta de 10 jornadas, se suma ahora el adelanto de elecciones, con dudas sobre los tiempos del calendario electoral y mucha incertidumbre sobre los posibles candidatos a la presidencia.
Sabalza no aclaró si él o alguien de su junta directiva se presentará a las elecciones, que previsiblemente deberían realizarse al final de la presente temporada, con tiempo para que la junta entrante pueda planificar la próxima campaña.
Precisamente, la actual junta anunció hace un par de semanas que, al asumir el descenso por la situación deportiva del equipo, empezaba a planificar la próxima temporada en Segunda División.
De hecho, anticiparon que Vasiljevic no seguiría ni como entrenador ni como director deportivo y contactaron con César Palacios, director deportivo del Numancia, para fichar por Osasuna, aunque el navarro declinó la oferta 'rojilla'.
No será fácil encontrar candidatos a la presidencia, ya que mientras Sabalza está exento de avalar, por los beneficios del club esta temporada, otra candidatura debe avalar unos 6 millones de euros.
Juan Ramón Lafón y Eva Blanco, destituidos como directivos en febrero de 2016, preparaban desde hace meses la posibilidad de plantear una moción de censura, aunque solo el primero puede optar a la presidencia al tener la antigüedad de socio exigida por los estatutos aprobados anoche.
Poco margen de maniobra le quedan a otros aspirantes por el movimiento de Sabalza y los plazos para poder reunir el aval y un grupo de trabajo que forme una candidatura oficial.
Cabe recordar que Sabalza y su junta directiva fueron los únicos en dar un paso adelante para tomar el mando del club, en diciembre de 2014, en la situación más crítica de la historia del club.
Aceptaron el reto de reconducir al club, tras la marcha de Miguel Archanco y seis meses de gestora ante la falta de candidatos, con Osasuna al borde del abismo por una deuda de 53 millones de euros con la Hacienda foral, que dio origen a la Ley de reestructuración mediante la dación en pago con sus bienes (Sadar y Tajonar).
La actual junta directiva ha tenido que hacer frente además a todo el proceso judicial en el que se ve inmerso el club por las irregularidades de los anteriores gestores, de desvío de fondos de la entidad y supuestos amaños.
Osasuna ha conseguido no estar imputado en el "caso Osasuna", que acaba de finalizar su instrucción con 18 encausados, aunque no ha podido esquivar la condición de investigado en un supuesto delito fiscal, también por irregularidades de los anteriores gestores.
El club navarro se arriesga al pago de 30 millones de euros por defraudación de 6 millones de euros de IVA e IRPF entre 2011 y 2013, otra incertidumbre que puede frenar a posibles aspirantes a las elecciones, así como el descenso a Segunda División solo un año después de un ascenso que aportó estabilidad económica al club.

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