El Barcelona perdió la oportunidad de sacar tajada de los pinchazos de Real Madrid y Girona para dar un salto importante en la lucha por LaLiga. Los jugadores azulgranas no fueron capaces de sacar algo más que un empate en San Mamés ante el Athletic.
Un encuentro que obligó a los culés a tener que reinventar su esquema a raíz de las lesiones de Frenkie de Jong y Pedri. Ante la adversidad de no contar con dos titulares fijos, Xavi Hernández tuvo que tomar decisiones con los cambios que de nuevo dejaron a Vitor Roque como el gran perjudicado, otra vez. Ante la incapacidad de abrir la lata, el técnico catalán decidió dar la entrada a Iñigo Martínez, Oriol Romeu y Joao Félix, una decisión que desató las críticas al ver al brasileño sin jugar ni un solo minuto.
Lo cierto que cada vez es más común ver al delantero brasileño sin tener la oportunidad de jugar con el Barça. Actualmente no suma nada en la Copa de Europa y entre Liga y Copa apenas ha jugado 198 minutos repartidos entre nueve partidos.
Tan solo ha jugado un partido de titular y, en las pocas oportunidades que le han dado, ha demostrado que merece mucho más de lo que le deja Xavi. Ante el Osasuna fue el héroe anotando el gol del triunfo segundos después de entrar al campo, marcando su primer gol con la camiseta del Barça y contra el Alavés en la siguiente jornada repitió la misma actuación pero terminó eclipsada por su polémica expulsión. En Balaídos no llegó a jugar una hora de partido y en la goleada ante el Getafe, con el partido muy encarrilado, apenas jugó los últimos trece minutos.
Una espiral de decisiones que los aficionados azulgranas no encuentran explicación ya que, con los partidos atascados, ya ha demostrado que puede ser capaz de romper los partidos complicados.