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Enigma Mosquera

Pedro Mosquera, en un entrenamiento del Deportivo en Abegondo (Foto: Iris Miquel).
ElDesmarque

La situación de Pedro Mosquera en el Deportivo será una de las más complicadas de gestionar por parte de la entidad herculina este verano. El mediocentro coruñés finaliza su contrato –uno de los más elevados de la plantilla– el 30 de junio de 2021, por lo que todavía le restan dos temporadas más en A Coruña. El centrocampista formado en las categorías inferiores del Real Madrid no gozó de la confianza de Natxo González en el arranque de la competición e incluso su participación se ha visto todavía más reducida con José Luis Martí como responsable técnico.

Mosquera renovó su contrato con el Dépor por cinco temporadas en febrero de 2016 tras firmar una brillante primera vuelta de la competición a las órdenes de Víctor Sánchez del Amo. Después de que el Valencia llamase a su puerta, Pedro vio mejorada su ficha ostensiblemente, convirtiéndose así en uno de los puntales del proyecto presidido por Tino Fernández. Sin embargo, esa mejora en las condiciones económicas del jugador no llegó a tener un reflejo sobre el terreno de juego, puesto que el rendimiento de Pedro no ha estado a la altura de su jerarquía en la escala salarial de la plantilla, y los sucesivos entrenadores que han pasado por el club han dejado de contar con él progresivamente.

Pedro Mosquera pugna con la defensa del Granada CF en un lance del partido en Riazor (Foto: Iris Miquel).

Pedro porta el brazalete de capitán del Dépor cuando Álex Bergantiños no se encuentra sobre el terreno de juego y es uno de los futbolistas con más antigüedad en el club, a donde llegó en el verano de 2015 después de rescindir unilateralmente su contrato con el Elche al producirse el descenso administrativo a Segunda del equipo ilicitano.

Club y jugador deberán valorar si lo mejor para ambos es mantener su relación como hasta ahora o si estudian fórmulas para separar sus caminos en un verano que se presenta movido en la Plaza de Pontevedra. Carmelo del Pozo, quien contará con la mitad del tope salarial –alrededor de 10 millones de euros– disponible este curso, tendrá que apretarse el cinturón para formar una plantilla competitiva que permita volver a luchar por el ascenso al primer escalón del fútbol español.

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