El Celta de Carvalhal, un equipo de autor en la cresta de la ola

Tres puntos ante uno de los mejores equipos de LaLiga Santander. Tres puntos que dan al Celta de Vigo medio billete de permanencia en la élite y que confirman que el equipo de Carlos Carvalhal está en la cresta de la ola. La victoria ante el Rayo Vallecano, con Iago Aspas marcando su décimo gol de la temporada, da tranquilidad a un vestuario que ha encontrado en el entrenador portugués a su mejor aliado. El fútbol es cuestión de dinámica, la del Celta es casi perfecta, y de confianza. Este equipo confía en el trabajo que realiza cada día en Afouteza, confía en las directrices de un técnico que llegó con la misión de salvar a un equipo que parecía muerto y ahora ve más cerca los puestos europeos que los de descenso.

Fiesta en la previa

Hugo Mallo recibió el cariño del celtismo. La afición recibía a su capitán tras cumplir los 300 partidos en Primera División. Saltaba al césped el de Marín minutos antes de comenzar el partido ante el Rayo Vallecano. Un partido que le tocaba verlo en la grada al tener cumplir un partido de sanción por acumulación de amarillas. También sentía el calor de la grada Gabri Veiga. El joven centrocampista recibía el premio a mejor jugador de LaLiga Santander del mes de febrero.

El fútbol, un juego de dinámicas y sensaciones

El Rayo Vallecano no fue inferior al Celta en Balaídos. Los de Andoni Iraola tuvieron ocasiones, como los celestes, para ponerse por delante en el marcador. Generaon peligro aprovechándose de la verticalidad que le ofrece Isi y Álvaro García por bandas. Los dos tuvieron claras oportunidades de desnivelar el choque. Arrancaron mejor la segunda mitad pero fue el Celta quien se puso 2-0 en un solo minuto tras desperdiciar un lío en el área viguesa y un buen testarazo de Catena.

El Celta está en la cresta de la ola. A comienzos de temporada todo penalizaba al equipo. Cada error era aprovechado por el rival, cada disparo entre los tres palos terminaba en gol. Los vigueses llegaban y no marcaban ahogándose en las dos áreas. Carvalhal cortó la sangría defensiva y le dio a los atacantes herramientas para recuperar la frescura. Además la suerte le sonríe. En un minuto se puso 2-0 con un gol de Aspas y otro en propia puerta de Pathe Ciss.

Sentenció Aspas con una genialidad y el Rayo se marchó sin marcar porque en cada barullo en el área celeste la pelota nunca encontró el camino del gol. Incluso con el 3-0 a su favor el Celta gozó de esa pizca de suerte que tantas veces le faltó.

Gabri Veiga, un caballo imparable

El canterano es una de las grandes estrellas de LaLiga. Con solo 20 años su importancia en el juego del Celta de Vigo es capital. Sus arrancadas destrozan al rival, sus conducciones lo parten en dos. Llega, asiste y remata. Iraola confesaba que era un reto neutralizar a Gabri Veiga. En los cinco primeros minutos ya había dado un pase de gol a Aspas y había tenido el 1-0 en un buen disparo que atajó con acierto Dimitrievski.

El centrocampista ha asumido con naturalidad su rol en el Celta para compartir protagonismo con Iago Aspas. Balaídos aplaudía cada jugada en la que el balón era conducido por él. El centrocampista fue sustituido en la segunda mitad recibiendo de nuevo el cariño de la grada.

Incombustible Aspas

El moañés llevaba varios partidos sin marcar. Las ocasiones le llegaban pero no así el gol. Iago Aspas quiere su quinto Zarra para convertirse en una leyenda eterna de LaLiga. Joselu había marcado, su gran competidor esta temporada, para aumentar su ventaja. Pudo la gran estrella celeste abrir el marcador nada más arrancar el partido pero falló.

No lo hizo en los primeros minutos de la segunda mitad. Una maravillosa jugada por banda de Javi Galán encontró el buen desmarque de Aspas. De primeras batió a Dimitrievski para que el 1-0 subiese al marcador. Era su décimo gol en Liga. Pero lo mejor estaba por llegar. El 3-0 es una obra de arte al alcance de muy pocos. Solari presionó a Trejo, Aspas se hizo con la pelota y puso una preciosa vaselina para sentenciar el choque.