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La doble vara de medir de Piqué: de pedir penalti por un piscinazo a acusar a Rafinha de simulación

Intocables. Así se creen que son en muchas ocasiones los jugadores de los llamados equipos grandes. En este caso, y no es la primera vez, el protagonista es un Gerard Piqué que no dudaba a la hora de acusar a Rafinha de simular la falta que él mismo le hizo en los minutos finales del encuentro entre el Celta de Vigo y el FC Barcelona, y que acabó con el gol con el que Iago Aspas ponía el definitivo 2-2 en el marcador. Una acción que hizo olvidar al otrora internacional español el piscinazo que él mismo potagonizaba minutos antes frente a Néstor Araujo.

"We were fated to pretend. To pretend", reza la reflexión que Piqué escribió en su cuenta personal de Twitter al término del partido disputado en Balaídos. El título de una canción de la banda estadounidense de rock alternativo MGMT, la cual se traduce al español como "Estábamos destinados a fingir". Un mensaje que tenía un claro destinatario: su excompañero Rafinha.

Pero lo más curioso es que en el minuto 67 de partido, 20 antes de que tuviera lugar la falta sobre Rafinha, Piqué pedía airadamente un supuesto penalti de Araujo sobre su persona. Pero nada más lejos de la realidad, pues las imágenes dejaban claro que el defensor barcelonés se tiraba a la piscina en un forcejeo en el área celeste durante un córner. Eso sí, la suerte sonrió al Barça, ya que en la prolongación de la jugada, Luis Suárez hacía el momentáneo 1-2.

Las acciones que muestran la contradicción de Piqué.

Los pisotones de Messi y José Mari: la distinta vara de medir

En la primera mitad del partido entre el Cádiz CF y el CD Tenerife, un balón dividido al que Aitor Sanz llegaba milésimas de segundo antes que José Mari acababa con los tacos del roteño en el tobillo del futbolista chicharrero de forma totalmente fortuita. Una acción que el colegiado del partido, Moreno Aragón, castigaba con roja directa pese a las aireadas protestas de los jugadores del conjunto cadista, y que a la postre era clave en la derrota del Cádiz por 0-2.

Cuatro días antes, en el partido que enfrentaba al Barça con el Athletic Club, Yeray Álvarez le hacía una entrada a un Leo Messi que se pasó de frenada y que, igualmente, acabó los tacos del astro argentino en el tobillo del defensor vasco. Al igual que José Mari, no lo hizo aposta, pero el cadista fue expulsado, mientras que Gil Manzano ni siquiera amonestó a Messi. Otro ejemplo reciente más de la famosa doble vara de medir. Que Piqué siga hablando...

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