El tiempo corre a favor del Celta y de Nolito
La dificultad que supone lograr el regreso de Santi Mina ha abierto otras opciones en la dirección deportiva del Celta. El club trabaja en lograr otros regresos, especialmente los de Denis Suárez y Manuel Agudo 'Nolito'. El sanluqueño quiere abandonar el Sevilla tras dos temporadas en las que ha ido a menos y el Celta, consciente de las ganas del extremo de volver a Vigo, ha llegado a un acuerdo con el jugador a expensas de lograr otro con el Sevilla.
El Sevilla es, a día de hoy la única de las partes que no está de acuerdo. La entidad hispalense quiere desprenderse de Nolito y de su ficha, que es una importante losa, pero tras pagar 9 millones de euros hace dos temporadas la intención de la dirección deportiva de Monchi es recuperar parte de esa ruinosa inversión. Por ello el Sevilla exige, en estos momentos, un traspaso para liberar a Nolito.
A Nolito le queda un año de contrato con el Sevilla por lo que en diciembre podrá negociar su futuro sin contar con su actual equipo, con el que no va a tener apenas oportunidades en el difícil caso de no salir este verano de Nervión. El Celta y Nolito son conscientes de que esta circunstancia, al igual que su elevado sueldo, son dos bazas a favor para presionar al Sevilla.
Nolito sólo quiere volver a Vigo, donde dio su mejor nivel y alcanzó la internacionalidad con España. Los pesos pesados de la plantilla celeste han dado el visto bueno a su regreso con Iago Aspas como intermediador con la directiva celeste.
El Celta no quiere pagar traspaso ya que los 3 millones de ficha ya suponen un esfuerzo importante que se solventará con más años de contrato. A pesar del interés de otros conjuntos como el Espanyol o la Real, todo indica que Nolito el Sevilla no tiene ofertas por el jugador, otro factor que utilizará el Celta para tensar la cuerda.
Si los días y las semanas pasan sin novedades el Celta y Nolito tendrán una posición de fuerza para exigir al Sevilla que libere el contrato del sanluqueño o que el precio de traspaso sea por una cantidad mínima. El tiempo juega a favor de los intereses de ambos y en contra de un Sevilla que no quiere quedarse en plantilla con un jugador que cobra 3 millones de euros y que no quiere su entrenador.