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La gabarra del Athletic de Clemente, el Athletic txapeldun de los 80

Ramón Orosa - EFE

Hay momentos, instantes, que resumen una época. Y el que captó el fotógrafo Txema Fernández, tan rememorado por sus compañeros como apreciado en vida, que era mucho, encuadra con exactitud la de los recordados títulos de los años 80 del Athletic. La época del Athletic Club de Javier Clemente, la del Athletic campeón. 'Txapeldun' en la incipiente euskaldunización de aquellos días.

La de aquella alegría inmensa que desbordó la Ría hasta el punto de acoger más gente que agua. Un estallido de felicidad que se espera otra vez hoy jueves, una vez cumplido el anhelo de volver a ganar un gran título, que es lo que es en Bilbao la Copa.

Cuentan las crónicas de entonces que un millón de personas se agolparon entre ambas márgenes de la icónica lengua de agua bilbaína y las embarcaciones que la surcaban. Quizás un poco exagerado, quizás no. En horas quedará claro. Pero la previsión es esa.

El histórico recibimiento a la gabarra del Athletic Club en los 80.

Que el gentío se contaba por cientos de miles seguro, porque no cabía un alma en los 14,1 kilómetros que separaban el Club Marítimo del Abra en Las Arenas (Getxo), punto de partida de la no menos icónica Gabarra que transportaba a los campeones, y el Ayuntamiento de la capital vizcaína, punto de llegada.

Oficial: El Athletic campeón de 1984 acompañará a La Gabarra por la ría y hará el pasillo de honor el domingo junto al Villarreal.

Entonces, en 1984, como ahora, el Bilbao metropolitano superaba los 900.000 habitantes y Bizkaia entera el millón. Y no hubo muchos, si hubo alguno -nadie desde luego que lo confiese-, que no acudiese.

No se veía un hueco ni en las orillas, donde las imágenes dan hoy hasta escalofríos, pensando en lo que puedo suceder en algún desliz; ni en el agua, donde a la gabarra llamada 'Athletic' la acompañaba una inacabable retahíla de barcos en su paseo triunfal. Hoy jueves 11 de abril la seguridad será máxima y las imágenes seguro que más festivas que preocupantes.

Javier Clemente manteado en la gabarra durante la celebración del doblete de 1984 (Foto: Txema Fernández).

No era para menos aquel estallido en 1984. El Athletic, que el año anterior había acabado con 27 años de sequía de títulos ligueros, dobló el envite y se llevó al 'botxo' un doblete no menos histórico que el de 1956, su anterior último gran año. Y que se transformó para los anales en 'triplete' al ganar de oficio una Supercopa a la que por entonces solo accedían los campeones de Liga y Copa. Y el Athletic ganó las dos.

Fue doblete impresionante ganándole al Real Madrid la Liga y al Barcelona la Copa del Rey. Los bochornosos sucesos finales, una inadmisible refriega que llamarla barriobajera es quedarse más que corto, empañaron un tanto la victoria copera.

Pero no la hazaña de un equipo que no había nacido con tal destino y que llegó a él de la mano de un técnico singular y del que ya no pararía de hablarse: Javier Clemente, el 'Rubio de Barakaldo'.

La Gabarra Athletic, en el recibimiento en los años 80 en la Ría de Bilbao.

Clemente iba para estrella en el césped -portaba el '10' en un Athletic en el que también jugaba Fidel Uriarte, para muchos el mejor jugador de campo de la historia del Athletic y zurdo como él-, pero una desgraciada lesión le llevó a los banquillos.

Ahí, sentado en la banda, o delante de los micrófonos, que también es destacada labor de un entrenador, lo fue más. Ya su llegada fue estruendo: 'Vamos a ganar la Liga -o algo similar-' dijo tras ser contratado, con edad aún de futbolista.

Y no ganó una sino dos. Y además una Copa. Y una Supercopa sin tener que jugarla. Tremendo para un equipo que vivía de sus hazañas de medio siglo antes y apenas lograba alcanzar la final de Copa con cierta regularidad.

La gabarra Athletic coge aire con la pluma ante el campo de San Mamés.

En la foto se le ve manteado por su inseparable Manolo Delgado-Meco, un 'athletizale' de Alcázar de San Juan (Ciudad Real), y también por Endika Guarrotxena, Zarra por unos días en Bilbao por el gol que derrotó al Barcelona.

Un tanto peculiar. Porque, sin ser él especialmente habilidoso, lo marcó con su pierna mala, la izquierda, y a centro con la derecha de Estanis Argote, un zurdo exquisito y cerrado al que no se le recuerda otra con su pierna 'de madera'.

Endika era poco habitual en un once que todos sabían de carrerilla: Zubizarreta; Urkiaga, Liceranzu, Goikoetxea, De la Fuente; De Andrés, Gallego, Urtubi; Dani, Sarabia y Argote. Si acaso, también 'Txato' Núñez, por De la Fuente, y Sola, por Gallego, tienen un pequeño hueco en la memoria.

Dani, Sarabia, Goiko, Endika y Javier Clemente en la final de Copa de 1984 (Foto: AS).

Pero fue Endika el que remató dos años prodigiosos en los que el Athletic recuperó autoestima y alumbró dos figuras para la eternidad: Clemente y la gabarra, referencias totémicas en el imaginario rojiblanco y bilbaíno.

El primero todavía es protagonista allá donde esté, pero la segunda no volvió a surcar aguas así. Con achaques y dudas durante unos años, una vez pasada la 'ITV' estuvo a punto de salir en 2021 tras una maravillosa Supercopa ganada también al Madrid y al Barça y con la Real Sociedad de por medio. Pero lo impidieron la pandemia y un par de finales perdidas posteriormente.

Ahora ya no lo impide nada. El Athletic ganó otra Copa en una noche sufrida en Sevilla a un notable Mallorca y la icónica embarcación volverá a surcar Ría. Hay otro Athletic 'Txapeldun'.

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