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El señorío de Jon Uriarte con Raíllo al recoger el galardón de subcampeón

Jon Uriarte y Raíllo en el palco de La Cartuja (Captura @MovistarFutbol)
Periodista que mezcla el deporte y el salseo.

El Athletic Club pudo levantar la Copa del Rey 40 años después. El Mallorca no se lo puso nada fácil y tuvo que ser en los penaltis en donde se decidiera. Si algo ha caracterizado a los dos equipos ha sido el gran ejemplo de deportividad que se vio hasta los últimos instantes y que también encarnó Jon Uriarte.

El presidente del club vasco tuvo un gesto de cariño con Antonio Raíllo cuando fue a coger su galardón de subcampeón, un ejemplo de deportividad y de los valores del fútbol que tanto gusta ver.

El Athletic de Jon Uriarte se lleva la ansiada Copa del Rey

Ernesto Valverde salió con su equipo de gala, con el matiz de que en la Copa es Julen Agirrezabala el meta titular en lugar del internacional Unai Simón; y Javier Aguirre con los dos delanteros de LaLiga, Larin y Muriqi.

Es decir, el Athletic con Nico Williams, en duda por una lesión muscular, acompañando a su hermano Iñaki, a Oihan Sancet y a Gorka Guruzeta en el cuarteto mágico ofensivo que ha moldeado este año el técnico rojiblanco.

El Athletic Club celebrando la Copa del Rey (Foto: Kiko Hurtado)

Aguirre dejó a Abdón Prats, titular habitual este año en la Copa, de inicio en el banquillo y con ello se produjo una circunstancia curiosa. Ninguno de los dos máximos goleadores del torneo presentes esta noche en La Cartuja, el otro era Asier Villalibre, comenzó sobre el terreno de juego. Los dos han marcado seis goles, como el celtiña Tasos Douvikas, que ya no podía ampliar su cuenta.

Ya en la prórroga, con muchos cambios, Muniain no enganchó bien una volea dentro del área pero si lanzó un buen golpe franco, aunque se le marchó fuera por poco.

Una intervención de Agirrezabala ante Muriqi dio paso a la segunda mitad del añadido. En la que los dos equipos la tuvieron. En el Athletic Nico, que se encontró con una pierna rival en un remate claro en el primer palo, y el Mallorca Muriqi, al Agirrezabala le sacó junto al palo un balón que también parecía definitivo.

No sacó partido ninguno de los dos de su gran ocasión y se llegó a los penaltis. A donde quería llegar el Mallorca, confesó en la previa Aguirre. Eso sí, si los acababa ganando. Y no ocurrió.

La Copa fue para Bilbao, Iker Munain la levantó tras cinco intentos y el jueves, día 11, la Gabarra, ¡por fin! volverá a surcar las aguas de la Ría.

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