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El dardo en la palabra de Valverde

Kuitxi Pérez

Cada vez más cerca del Real Madrid, que, como no encuentra un rival que llevarse a los ojos, se dedica a jugar contra sí mismo. Así lo entendió Ernesto Valverde cuando fue cuestionado en la sala de prensa acerca de un "partido controlado", la entrada de Ruiz de Galarreta en el tramo caliente del partido y, ya en el crucial, la incorporación de los hermanos Williams y Oihan Sancet, tridente con el que ensartar la victoria del Athletic Club para llevarla como salvoconducto al sorteo de 'dieciseisavos de final'.

Escarmentado por la debacle acontecida en el 'viejo Malecón' de la Gimnástica de Torrelavega, y los sudores plásticos derramados para llevarse a casa el codiciado 'Rubí', Txingurri decidió que era el momento de dar carpetazo a la eliminatoria.

Lance de Peru Nolaskoain en el CD Cayón - Athletic de Copa del Rey (Foto: Athletic Club).

"Con una 'cerveza 0,2' en la mano", convencido de que el pase no estaba cerrado, se alegró sobremanera por contar en su banquillo con tres 'elementos' letales. Dicen que el [2-0] es la más engañosa de las ventajas.

Un marcador que venía de lejos, allá por el 'veintitantos' de la primera mitad, cuando Villalibre, 'búfalo herido' en lo más suyo, goleó por partida doble ejerciendo de sí mismo. "¿Controlado el partido?", y se respondió a a sí mismo con el no rotundo del que está enojado.

El Cayón, como ya advirtiera Ezequiel Loza en ElDesmarque Bizkaia, físicamente pletórico, continuaba ejerciendo "una presión muy alta con el fin de mermar la posesión del rival". Con 'Galaxy' fortaleciendo la medular, Valverde entendió que no era cosa buena regalarle minutos a la suerte. Seguir dándole opciones al rival para que pudiera morder a la hora de dar salida a la pelota desde las hábiles manos de Agirrezabala. Fue así que optó por trasladar el 'conflicto' hasta el centro del campo, e incluso unos metros más arriba.

El técnico Ernesto Valverde controla el tiempo en Lezama (Foto: Athletic Club).

Allí donde habitaba el tormento de la fiera. Donde, recibiendo órdenes, se había edificado el mito del Minotauro en su Laberinto. De izquierda a derecha, de derecha a izquierda, iluminada por la luna gibosa de Lovecraft, una horrible criatura con cuerpo de León y cabeza de pantera, ciervo y diablillo. Fue así que los jugadores del Cayón, de por sí "intensos, solidarios y generosos", se encogieron hasta resumirse en lo más hondo de su orgullo.

Agorafobia en los 'Nuevos Campos de Sport'. Como ya profetizara Ezequiel, "el hecho de que el partido se estuviera disputando en el Sardinero" se había convertido en "hándicap insuperable para que los del Fernando Astobiza pudieran consumar la machada de apear al Athletic de la Copa".

Iñaki, Oihan, Nico. Imitándose a sí mismo, calcando, casi, el tanto que cerró la 'Cuarteta' ante el Rayo Vallecano, un Williams JR 'renovado' se la puso a Galnares en ese oscuro rincón que habita la utopía. Pudo ser Chus Villar, Turrado, Cañizo, Carlos Cagigas, el caso es que, al ser interrogado, un futbolista de oro y hulla le confesó a la 'tele': "Es como si Nico Williams volara".

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