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Delicioso Athletic el que conquistó Granada

Nahikari García festeja su gol en Copa al Granada (Foto: Athletic Club).
Kuitxi Pérez

Aquellas personas que, como le ocurriera a la bella durmiente, han permanecido ´dormidas` en los últimos cinco años, no darían crédito al ver el once que David Aznar había escrito sobre la verde pizarra de la página oficial del Athletic Club. Alterado, remozado desde la portería, ocupada desde el pasado curso por Mariasun Quiñones, ha no mucho portera titular de la Real Sociedad. Arriba, referencia en la punta más extrema, Nahikari García, la crack del vecino que recaló en Lezama vía Real Madrid.

Hernández, Moraza, Murua, Eunate, Damaris Egurrola, Maite Oroz, Erika Vázquez, Nekane, Lucía García, Yulema Corres... y un considerable etcétera que nos ahorramos para no redundar en nombres que no aportarían más leña a una fogata sobrada de combustible. Hay que ver la capacidad de este Athletic femenino para rehacerse luego de haber sido pasto de las llamas de tanto euro volado y mujeres retiradas por causas de fuerza mayor.

Quiñones, Elexpuru, Landaluze, Maddi Torre, Zubieta, Itxaso, Sara Ortega, Clara Pinedo, Ane Azkona... Nos reservamos dos jugadoras para este principio que podría ser el final. Nahikari y Nerea Nevado. Sobre esta última, santurtziarra, que tuvo su protagonismo en ElDesmarque Bizkaia con motivo del homenaje que recibió en San Jorge en la previa de un Santurtzi vs Portu de Tercera División, ha sido un placer verla subir la banda izquierda con un descaro de jugadora ´cara´, como se dice de las futbolistas de clase que irrumpen y se instalan de primeras en ese Olimpo glorioso al que en Santurtzi le dicen ´Pico Serantes´´.

Un Athletic excelso en lo combinatorio se gustaba percutiendo por las bandas...

Sobre todo por la izquierda, en la que, fulgurante, brillaba Nerea, como si quisiera demostrarnos que este Athletic de Granada era "una nevada a primeros de noviembre". En lugar de hojas otoñales empezando a caer, dulces y frescos copos de nieve convirtiendo en alfombra blanca una banda del todo verde e impoluta.

Y sin embargo, fue Elexpuru, desde la banda derecha, la que colgó una pelota a modo de globo a fin de que Nahikari lo pinchara con un testarazo impecable. Su gol, sin embargo, el que suponía el inicio de "la muerte" del Granada, "tenía un precio".

Nahikari García festeja su gol en Copa al Granada (Foto: Athletic Club).

Lesionada, abandonó el campo con la tristeza que acompaña a las que llegaron al Athletic para ser "machete entre la zafra, bala feroz al  centro del combate". No era de guerra el partido, sin embargo. Más bien, de pañuelo en mano, por aquello de la emoción y ese futbol tan bonito que se premia con pañuelos flameando coliseos. ¡Qué bonito es el fútbol cuando el fútbol es bonito!

Si me das a elegir, sí, a ti, caprichoso mundo del fútbol me dirijo, me quedo con este modo de interpretar el  juego por parte de las leonas, y de sus rivales, también, un Granada recién ascendido con unas maneras que en estética superan (para mi refinado gusto) al de los hombres. Delicioso Athletic que en el Granada encontró un rival digno de mucho aprecio. Qué bien me lo he pasado.

Solo en la soledad de la casa de los sueños, soñaba que todo el fútbol que se cocina en Lezama se veía representado por este Athletic femenino al que David Aznar llegó para que el mundo del Athletic Club volviera a soñar en femenino.

Me apunto al toque con elegancia y armonía. Al coordinado repliegue táctico del cuadro nazarí. Me subo, también, al tren donde viaja la depurada técnica colectiva, y la táctica también. Athletic y Granada, defendiendo la causa del espectáculo cuando éste nos hace felices mientras el partido se juega. Una primera mitad excelsa coronada con el gol de Nahikari.

Ane Elexpuru también marcó en Granada en Copa de la Reina (Foto: Athletic Club).

Nunca segundas partes fueron buenas. O sí. Depende. Todo depende. Del equipo que marque y cómo lo haga. Un pase largo. Demasiado largo para la defensa del Athletic... y perfecto para Naima, potente delantera que se marcó una vaselina de lujo, suficiente para superar a Quiñones, portera vendida a su suerte. Miedo en el cuerpo. Más en el mío que en el de las leonas, que supieron aguantar un chaparrón cargado hasta de granizo grueso. Escampó. Tal vez porque Clara Pinedo puso la pelota en la escuadra izquierda de la portera.

Por delante el Athletic y, sin embargo, al Granada le dio por apretar en todos los sentidos.

Bibiane Schulze saltó al verde, y, con su estreno en esta temporada, encendió  el debate de la "filosofía". Jone Amezaga, control sin contacto, amagando con su cintura, fusila con la izquierda. en unos minutos en los que el Granada era, o al menos lo pretendía, ser más que las leonas. Al Athletic de David Aznar le quedaba munición. Elexpuru y su cañonazo para alterar el luminoso hasta el punto de que este cuarto gol se antojaba excesivo. Es lo que tiene esta manera de entender las transiciones. Que comienzan muy atrás sin saber donde terminan sus pretensiones.

El desarrollado instinto ofensivo de las futbolistas de David Aznar no tiene término medio. De que todo lo que comenzaba fuera llevado hasta las últimas consecuencias se encargaba Nerea Nevado. Y nieva. Nieva y nadie dice nada. Nerea es tormento y tormenta. Castiga la banda con su leve, liviana tiranía. Tormenta. En Los Cármenes nevó. Porque en Granada el Athletic fue capaz de convertirse en una "Nevada de Noviembre". En octavos ya. Tres ´´Rondas´ más, a cargo de la Federación, y el Athletic se plantará en una final sin retorno.

• Por Kuitxi Pérez, periodista y exfutbolista

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