Ruiz de Galarreta se gusta en San Mamés

Hay que reconocer que, visto que el once del Athletic Club parecía cantado con la entrada de Raúl García por Oihan Sancet, había casi más morbo por ver el del RCD Mallorca y todo por ver si estaba un chavalín de Eibar que siempre soñó con jugar en San Mamés en LaLiga Santander. Lo que pasa es que finalmente ha tenido que ser con el equipo visitante. Hablamos, claro, de Iñigo Ruiz de Galarreta.

El guipuzcoano, considerado una de las perlas de Lezama, encandiló con tan solo 18 años a un Marcelo Bielsa que le hizo debutar con el primer equipo en el Parque de los Príncipes ante el PSG en la histórica temporada en la que el Athletic alcanzó la final de la UEFA Europa League.

La temporada siguiente llegó a disputar los tres primeros partidos de LaLiga y otros cinco encuentros más en competición europea. Cuando ya parecía que se iba a  asentar en el primer equipo, se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda en un partido ante el Lleida con el Bilbao Athletic.

Fue el comienzo de un calvario de lesiones que han lastrado su progresión y que le han hecho vagar por LaLiga SmartBank, una categoría en la que ha jugado en siete equipos distintos: Mirandés, Real Zaragoza, Leganés, Numancia, Barcelona B, UD Las Palmas y RCD Mallorca.

Un regreso al Athletic lejano de producirse

En verano de 2019, tras una gran temporada en la UD Las Palmas, parecía que el Athletic estaba interesado en repatriar a Ruiz de Galarreta, pero acabó recalando en el Mallorca, aunque estuvo cedido una temporada más en el equipo insular.

Desde entonces, se ha convertido en una pieza clave en el esquema de Luis García Plaza, en uno de los jugadores más queridos por la afición y en la brújula del equipo bermellón desde el centro del campo junto al ex jugador del Barakaldo Idrissu Baba.

Hoy, Ruiz de Galarreta ha sido titular en San Mamés

El menudo centrocampista vasco ha formado junto a Reina; Maffeo, Valjent, Sedlar, Oliván; Mboula, Baba, Dani Rodríguez; Kubo y Fer Niño. Ha estado muy bien, con buenos gestos técnicos y ganas de agradar a La Catedral. Eso sí, debió ser amonestado por acumulación de faltas. Fue cambiado en el 72' de juego.