Los penaltis y el VAR son dos cosas que desde la implantación del sistema de videoarbitraje van de la mano prácticamente cada fin de semana. Las jugadas ahora se revisan con lupa, lo que provoca que cada falta dentro del área pueda señalarse como pena máxima. Y es que está claro que los árbitros siguen sin conceder muchas de estas infracciones de primeras, pero ahí está el VAR para llamarle y para que lo revise. Lo que ocurrió en el Familaçao – Oporto es un gran ejemplo de ello: ¡hasta tres penaltis tuvo que revisar el VAR!
En el vídeo superior, el partido insólito del VAR en Portugal. Cuatro penaltis, tres de ellos señalados desde el VAR.
En un 90% de las veces, cuando el árbitro va a ver una jugada dentro del área a la pantalla del VAR, el colegiado pita penalti. Raras son las veces en las que los asistentes llaman al colegiado para que revise la jugada y éste siga manteniendo la decisión que tomó desde el principio. Pero ocurre. No ocurrió el pasado fin de semana en Portugal entre el Familaçao y el Oporto, encuentro en el que Taremi se hinchó a goles. Un encuentro, que por cierto, podría recordarnos al Valencia - Real Madrid de 2020.
El primer gol suyo fue el que abrió el marcador, también desde los once metros. En esta ocasión el VAR no hizo falta. Taremi también macraría el segundo, que sería contestado por los locales minutos después. 1 – 2 en el minuto 33.
Antes del descanso, comienza el ‘festiVAR’. EL defensor del Oporto levanta mucho la pierna en un remate de cabeza de los del Familaçao. La jugada se revisa por la patada, y el árbitro concede penalti para los de blanco. 2 – 2 y locura en el estadio.
La segunda parte tardó 20 minutos en volver a ver un penalti de VAR. Mano de un defensor de los locales que no vio el árbitro en primera instancia, pero sí en segunda. Taremi hace el 2 – 3. Diez minutos después estaríamos volviéndole a ver colocar el balón desde el centro del área. El videoarbitraje entró por un pisotón al delantero del Oporto en el área rival. 2 – 4, y no hubo más.