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Una ecuatoriana logra el récord de precocidad en el fútbol con 12 años

Carnet de Evelyn Burgos Cedeño (Foto: @DPSantoDomingo).
Christian A. Sánchez

La ecuatoriana Evelyn Burgos Cedeño reclama haber batido un récord mundial de precocidad tras disputar su primer partido oficial en el campeonato femenino de fútbol con tan solo 12 años y 26 días, lo que la convertiría en la jugadora "profesional" más joven del mundo.

El récord lo habría logrado el pasado miércoles en un partido de su equipo, el Deportivo Santo Domingo, en el que por primera vez saltó al terreno de juego en partido oficial, y desde entonces ya la hecho otra vez este pasado sábado.

Nacida el 19 de abril de 2007, esta ecuatoriana, que hace poco más de un mes sopló doce velas, ya se enfrenta a mujeres que le doblan -y hasta triplican- la edad sin miedo, confiada en su formación desde muy temprana edad y en sus cualidades futbolísticas.

"No me da miedo jugar con chicas mayores o con chicos, porque lo llevo practicando desde muy pequeña: que ellas tengan miedo de mí", bromeó en una entrevista con Efe tras disputar este sábado su segundo partido oficial ante el quiteño Club Ñañas, donde a punto estuvo de marcar un tanto en un revoltijo tras un saque de esquina.

El récord de precocidad lo ha reclamado para ella su propio club en un anuncio público, aunque ente oficial alguno lo ha avalado.

Un caso similar es el de la estadounidense Olivia Moultrie, que a los 13 años es considerada futbolista profesional, si bien desde los 11 jugaba en la Universidad de Carolina del Norte.

La joven promesa del fútbol ecuatoriano lleva entrenando desde los tres años, cuando su tío Darwyn Burgos -técnico de fútbol- la sumergió en el "mundillo", del cual se enamoró automáticamente.

Desde esa tierna edad, se dio cuenta de que lo suyo era el deporte rey y que tenía que cumplir su sueño de jugar de manera profesional, pero no esperaba que fuera tan pronto, tras ganarse la confianza de su entrenador, Javier Mera.

Sobre su aparente récord mundial dijo sentirse "muy feliz" por haberlo alcanzado, aunque busca ir más allá y superar todos los límites para llegar incluso a jugar fuera de Ecuador, en ligas como la española o la francesa, y también vestir la camiseta de la "Tricolor" femenina en campeonatos internacionales.

A la disciplina del Deportivo Santo Domingo entró cuando tenía diez años, momento en el que comenzó a entrenar más seriamente para convertirse, solo dos años después, en jugadora profesional de la recientemente creada Superliga Femenina, nuevo torneo surgido este año al amparo de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), que enfrenta a 22 equipos.

La joven compagina su vida académica, en donde cursa por las mañanas octavo año en el colegio José Jeremías Vera Loor de la parroquia San Francisco de Novillo (provincia de Manabí, oeste), con sus entrenamientos deportivos de una hora que realiza cada tarde con sus compañeras, que la cuidan por ser la benjamina del grupo.

"Los entrenamientos son físicos, y están muy bien porque se requieren y nos ayudan a mejorar para hacer las cosas bien", apuntó Burgos Cedeño, a quien parece no asustarle ninguna circunstancia.

También tiene claro que esa preparación le hará llegar a convertirse en una jugadora polivalente, lo que le servirá para desempeñarse con soltura en su posición preferida sobre la cancha: la de "5", es decir, en el centro del campo, distribuyendo la pelota y manejando el tempo del juego.

Tal y como lo hace su referente futbolístico, el centrocampista argentino -naturalizado ecuatoriano- del Barcelona SC, Matías Oyola.

"Me gusta cómo juega, y yo quiero ser como él, en el puesto mismo en el que él juega, quiero jugar yo también", explicó.

Recién entrada en la adolescencia esta deportista es la menor de tres hermanos y es una jugadora muy eléctrica, en palabras de su entrenador actual, que puede desenvolverse bien en varias posiciones dentro del campo y sin reparos para luchar cada balón y pelear por su puesto.

El técnico confirmó a Efe que además tiene desparpajo y una buena técnica de disparo que sorprende a las guardametas rivales.

Mera aseguró que no hicieron debutar a la joven por lograr un récord, que ni siquiera sabían que podían batir, sino porque es un "revulsivo" cuando sale al terreno de juego.

De vuelta a la protagonista, ella manda un mensaje a todas aquellas que se están iniciando en el fútbol y buscan jugar de manera profesional: "Yo les diría que sigan así, que se esfuercen porque lo van a lograr, que no se rindan porque si ellas siguen con ese ánimo de querer estar en donde estoy yo o más lejos, no deben rendirse ni bajar los brazos".

Aunque no todos los días se puede batir un récord mundial, el esfuerzo de las jóvenes promesas puede verse recompensado con jugar un torneo de la máxima categoría, sobre todo en un país de gran afición futbolística y donde las mujeres tienen poca visibilidad y menos ayudas para lograr sus metas.

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