El delantero Moise Kean fue el protagonista de otro desagradable caso de racismo sucedido este martes en la Serie A. La Juventus visitaba al Cagliari y el internacional italiano respondió con una desafiante celebración a los insultos recibidos por parte de los ultras del equipo sardo.
En el minuto 85 de partido, el 'juventino' anotó el definitivo 0-2 que sentenciaba el triunfo de la Juve en la Arena de Cerdeña. Tras marcar, el punta se acercó a la grada de los ultras locales y celebró el tanto mirando fijamente hacia esa zona con los brazos en cruz, algo que ni hizo sino acrecentar la ira de los más radicales del Cagliari. "La mejor forma de luchar contra el racismo", tal y como señaló el propio futbolista en redes sociales.
Misma situación que ya se ha vivido tristemente en la liga italiana en más de una ocasión. Ni siquiera la reciente convocatoria con la 'Azzurra' libró a Kean de sufrir la ira de unos aficionados que ya la tomaron con su compañero Matuidi la campaña anterior. El francés compartió la imagen de la celebración en su cuenta de Instagram acompañándola del mensaje "Blanco + negro".
Su entrenador, Massimiliano Allegri, defendió a su pupilo en la rueda de prensa posterior al partido: "Hay algunos imbéciles como es habitual, pero también personas normales. Los no civilizados deben ser identificados y no entrar más al estadio".
Sin embargo, Kean también se llevó críticas por 'calentar' más el partido con su celebración. El presidente del Cagliari, Tommaso Giulini, rechazó las acusaciones de racismo e indica que habría sucedido lo mismo "si hubiera marcado Bernardeschi".
Giulini se escuda en que algunos jugadores de la Juventus criticaron también la acción de su compañero. Bonucci señaló que Kean debería haber celebrado el gol con ellos y no con la grada: "Creo que la culpa es compartida al 50%, porque Moise no debería haber hecho lo que hizo, y la grada no debería haber reaccionado así".