Destinados al abismo
El Reus Deportiu sumó su segunda victoria consecutiva en casa al vencer por 2-0 a un combativo Sevilla Atlético, que continúa como 'farolillo rojo' de la clasificación. Tanto reusenses como sevillanos ofrecieron un duelo atractivo, con muchas alternativas, ocasiones de gol y tensión. El control del juego fue local en la mayor parte de las fases del partido, aunque los sevillistas crearon cierto peligro, especialmente en los primeros minutos de la primera mitad.
A los ocho minutos de juego, Edgar Badía protagonizó una indecisión tras un disparo visitante que casi les cuesta el gol a los de Aritz López Garai. A partir del cuarto de hora de partido, tomó la alternativa del juego el equipo catalán y se hizo el dueño de las ocasiones, mediante Querol, que probó suerte al cuarto de hora, aunque el balón acabó en las manos de Ondoa.
Los ataques locales convirtieron en un monólogo el resto del primer acto, y desde el ecuador de los 45 minutos iniciales empezaron las acciones polémicas. El Reus pidió penalti a los 25 minutos por una entrada a Yoda. Sagués Oscoz no lo señaló, pero sí que lo hizo con un derribo a Querol en el minuto 34, pena máxima que falló el Reus, desaprovechando una oportunidad inmejorable para ponerse por delante.
Ondoa adivinó perfectamente las intenciones de Gus Ledes y atajó el peligro dando alas a los suyos y permitiéndoles llegar igualados al descanso. Tras unos minutos de tanteo en el segundo acto, el técnico local López Garai decidió tomar cartas en el asunto, cambiar el esquema y pasar a jugar con dos puntas, con la entrada en el campo de Lekic por Álex Carbonell.
Entonces cambió todo, ya que los locales pasaron a buscar el gol de forma más directa, y lo encontraron con Lekic. Máyor, su compañero en el ataque, le asistió y el serbio disparó ajustado al palo izquierdo de la portería defendida por Ondoa. Decidió no amedrentarse el filial sevillista y se volcó completamente en busca del empate. A punto estuvo de conseguirlo mediante un libre directo lanzado por Curro en el 80, pero el balón se estrelló en un poste en la mejor ocasión para los sevillistas.
Con Marc Gual en el campo, el Sevilla Atlético fue a por todas hasta el final, metió al Reus en su propio campo, pero tuvo que acabar con diez futbolistas por la expulsión por doble amarilla de Carlos a un minuto del final del tiempo reglamentario.
Cuando pasaban dos minutos del tiempo reglamentario, Carbia anotó el segundo mientras el meta visitante Ondoa estaba en el área contraria tras intentar rematar un saque de esquina. Guzzo remató, desvió la defensa visitante, y Carbia, a placer, marcó y remató la faena para su equipo.