"Cometí un error estúpido y decepcioné a mis hijos"

En su vuelta al Everton, Wayne Rooney ha destacado más por sus hechos extradeportivos que por el rendimiento que ha firmado sobre los terrenos de juegos. Apenas le valieron tres semanas de competición cuando el delantero fue sorprendido por la policía inglesa con más alcohol en sangre de lo permitido, un registro que posteriormente le condenó a dos años sin conducir y a 100 horas de trabajos sociales.

Un hecho que no queda olvidado en la memoria del astro inglés, consciente del error que cometió: "Sabía de inmediato que había cometido un error estúpido y que tenía que seguir adelante. No es agradable. Tengo niños y no es bueno para ellos ver eso. Por eso trato de seguir adelante y aprender de ello. Aprendo de lo que estoy haciendo. Cometí un error estúpido y decepcioné a mis hijos", reveló en unas declaraciones para Mirror.
Cabe recordar que el ariete fue condenado a realizar servicios comunitarios con trabajos de jardinería, que aún sigue cumpliendo, de los cuales destaca estar "aprendiendo mucho".