Los 'Magiares mágicos' vuelven a Europa

La Eurocopa 2016, que se celebrará el próximo año en Francia, ha dejado una serie de invitados inesperados. Entre ellos destaca la clasificación de Hungría, que ha conseguido el pase en la repesca tras ganar por partida doble a la Noruega de Odegaard, 0-1 y 2-1.

En boca de todos está la gran sorpresa que ha supuesto la clasificación húngara para el Europeo de Francia. Hecho que ha sorprendido a propios y a extraños, aunque sobre todo a los jóvenes que no alcanzan a tener más de 30 o 40 años. Hablarles de Hungría es hablarles de una selección desconocida, que en todo caso tan solo llegan a recordar jugadores míticos como Puskas.
La sorpresa llega porque la última participación de Hungría en una Eurocopa data de Bélgica 1972, donde llegó a jugar las semifinales y cayó por 1-0 ante la Unión Soviética. Previamente lo había hecho en la de España de 1964, donde se enfrentó a la anfitriona en semifinales y cayeron por 2-1 en la prórroga. Por lo tanto, los magiares han tenido que esperar 44 años para vivir de nuevo una experiencia a este nivel.
Pero Hungría no es ajena a las leyendas del fútbol y a los éxitos de su selección como son Puskas, Bozsik, Szibor o Hidegkuti. Una época que vivió momentos únicos con las tres melladas de oro en los Juegos Olímpicos de Helsinki 1952, Tokio 1964, México 1968, y las dos finales en los mundiales de Francia 1938 y Suiza 1954. Todo ello junto al inolvidable triunfo conseguido en Wembley sobre Inglaterra (3-6).
El inicio de esta época comenzó con el mundial de 1938, llegando a la final frente a Italia y donde cayó derrotada por 4-2. Previamente habría realizado un mundial brillante con un 6-0 ante las Indias Orientales Neerlandesas, un 2-0 ante Suiza, y un 5-1 contra Suecia en semifinales. Años después el partido ante Inglaterra, que fue considerado como el ‘partido del siglo’, marcó la historia por ser la primera derrota que Wembley veía ante un equipo que no pertenecía a las Islas Británicas.
La guinda a esta época dorada del fútbol húngaro se habría conseguido un año más tarde, en la final del Mundial de 1954, disputada en la ciudad de Berna (Suiza) y conocida como el ‘Milagro de Berna’. Hungría llegó como clara favorita por su trayectoria pero la inesperada Alemania Federal le arrebató el título. Pese a que comenzaron ganando gracias a los goles de Puskas y Czibor, los alemanes le dieron la vuelta al marcador y terminaron venciendo con un 3-2 a su favor.
 

Todo esto lo saben los nostálgicos del fútbol, que hablar de Hungría es devolverle una vista al pasado. En esa época llego a ser el equipo de oro o de los magiares mágicos. Nació una selección que fue el ejemplo a seguir de muchas otras. Su estilo significó un cambio radical a la hora de entender el deporte, y eso que eran tiempos complicados para el país que sufrió mucho durante la II Guerra Mundial.
El fútbol era el pasatiempo perfecto para evadirse de la miseria y la pobreza que les tocaba vivir. En aquel entonces los jugadores como Puskas, Bozsik, Szibor Y Hidegkuti eran conocidos a nivel mundial, algo que se aleja mucho de la Hungría que ha conseguido el pase para la Eurocopa 2016.
Los hombres dirigidos por Bernd Storck son en su gran mayoría jugadores que compiten en la liga húngara, grandes desconocidos porque ninguno de ellos forma parte de los grandes clubes europeos. Pero son ellos los han hecho que un país entero vuelva a soñar con el fútbol y que puedan vivir algo que no conocían. A recuperar la ilusión de poder ver a una selección competitiva y que pueda pasear el nombre del pueblo húngaro por el resto de Europa.
En este marco de grandes desconocidos destacan jugadores veteranos como Gabor Kiraly y Zoltan Gera. El guardameta, de 39 años, ha destacado en las redes sociales por su vestuario a la hora de jugar, ya que siempre lo hace con un pantalón de chándal. Él, a pesar de su vestimenta poco moderna ha sido uno de los hombres decisivos con sus paradas. El extremo, Zlotan, también ha sido jugador fundamental para conseguir el pase, con experiencia en la Premier League con West Bronwich Albion y el Fulham.
Tras la clasificación y el sueño que Budapest ha vivido durante los últimos días, los magiares trabajarán para seguir sorprendiendo a su gente el próximo verano en Francia. Y quizás, volverán a ser lo que un día fueron.