Las manos y, más concretamente, las uñas, dicen mucho de una persona. No solo son las responsables de crear una primera impresión al conocer a alguien, sino que su textura, color y forma pueden dar mucha información sobre el estado de salud de esta persona.
"Solemos cuidarlas por estética, pero lo cierto es que las uñas son pequeñas ventanas a nuestro bienestar general", comienza escribiendo la enfermera Esther Gómez, más conocida en redes como @mienfermerafavorita.
Presentar cambios de color, textura y forma "pueden ser señales de alerta temprana de carencias nutricionales, problemas hormonales e incluso enfermedades más serias como trastornos del hígado, tiroides o corazón", añade la misma.
La aparición de manchas blancas de diversas formas -líneas, puntos o vetas- se tiende a pensar que es por falta de calcio, pero en la mayor parte de los casos no significa nada grave. Entre los posibles significados, la enfermera destaca que puede deberse a:
Cuando las uñas son de un tono "blanco intenso, a menudo con una zona delgada de color entre marrón y rosa en el borde exterior de la uña que desaparece momentáneamente al presionarla" puede significar:
No obstante, Esther Gómez tranquiliza a sus seguidores porque también puede aparecer en personas sanas.
La aparición de líneas blancas que van de un lado a otro de la uña suelen afectar a varias uñas, aunque también pueden aparecer de forma aislada en una única uña.
Envenenamiento con metales pesados, insuficiencia renal crónica, tras quimioterapia, insuficiencia cardíaca congestiva, linfoma de Hodking o septicemia son los motivos que enumera @mienfermerafavorita.
Se conocen como 'uñas de Lindsay', "tienen una mitad más pálida y la otra más oscura, y no desaparece con la presión". Aunque a veces es fisiológico, es importante "descartar enfermedades graves" como: "insuficiencia renal crónica con necesidad de diálisis", "cirrosis", "enfermedad de Kawasaki" o de Crohn o VIH.
Clínicamente denominado cianosis, y puede aparecer también en los labios y en el resto de la piel, y puede ser un efecto secundario al tomar ciertos medicamentos, por "problemas que reducen la cantidad de oxígeno en la sangre" o "exposición al frío o altitudes elevadas".
Se trata de una pigmentación de la uña negra o marrón y puede ocupar la uña entera o tan solo líneas y manchas difusas. Puede ser un hematoma tras un golpe en la uña o como consecuencia de tomar determinados medicamentos, pero hay que descartar enfermedades graves como: neoplasia, psoriasis, enfermedad de Addison u otras.
Las uñas amarillas pueden estar detrás de multitud de causas, como por ejemplo, hongos por humedad, calzado inadecuado... o Síndrome de Uñas Amarillas. En ocasiones se asocia con rotura de uñas, fragilidad, descamación...
Cuando las uñas presentan hoyuelos, pits o piquetes "se deben a alteraciones en la matriz ungueal, donde crece la uña" y "su presencia y extensión se relacionan con la severidad de la enfermedad asociada" que puede ser:
Cuando las uñas presentan un aspecto rugoso -incluso en las 20 uñas de manos y pies-, como si fueran una lija, puede asociarse con otras enfermedades de la piel como: vitíligo, alopecia areata, dermatitis atópica, psoriasis...
"Es más común en varones y más evidente en la infancia" y puede aparecer junto con la alteración recién mencionada, los 'pits ungueales'.
Las uñas en forma de cuchara "crecen muy delgadas y pierden su convexidad". Su origen "normalmente es fisiológico", pero si hay síntomas asociados "se deben descartar enfermedades importantes" como anemia ferropénica prolongada, hemocromatosis, policitemia vera, síndrome de la uña-rótula o síndrome de Plummer-Vinson.
Por último, la acropaquía, se conoce comúnmente como los dedos en forma de "palillo de tambor" y, al principio, su afectación es "indolora, bilateral y reversible, si se elimina su causa" que puede ser alguna enfermedad pulmonar, cardíaca, digestiva o idiopática.