El uno por uno del Sevilla: pocos se salvan en Son Moix

SevillaOtro tropezón más para el Sevilla. El conjunto entrenado (al menos por el momento) por Diego Alonso volvió a perder este sábado ante el Mallorca (1-0) tras una cita sin brillo alguno, con mucha polémica y numerosos errores en mediocampo. En ElDesmarque analizamos, una por una, las actuaciones de los jugadores del Sevilla: Dmitrovic [4]: culpar a Dmitrovic de la derrota sería injusto. Le chutaron dos veces: la primera, con Gudelj reculando y permitiendo un disparo dentro del área, que acabó en gol; la segunda, con el equipo vendido, que salvó. Juanlu [2]: volvió a mostrar la carta de la primera parte ante el Villarreal. No tuvo ni un solo centro certero y su profundidad fue anulada con el bloque bajo del Mallorca. Sergio Ramos [4]: mucho más corazón que cabeza. Tuvo una buena ocasión de cabeza, pero el meta del Mallorca le evitó celebrar nuevamente. El sueño de volver empieza a ser una pesadilla. Gudelj [3]: otra vez en la foto. Reculó y Larin le mató. El serbio vive, como el Sevilla, sumergido en una suma de errores y acciones sin demasiada explicación. Adriá Pedrosa [5]: lo intentó una, otra, otra y otra vez. Le anularon, como sucedió en Eindhoven, un gol por una norma imposible de explicar. No estuvo lo preciso que le hubiese gustado y aún así fue el mejor. Soumaré [2]: no estaba al 100% y se le notaba. Posiblemente forzó para jugar y se le notó: le faltó velocidad en la construcción, en el corte, en la cobertura... le faltó todo lo bueno que tiene.

Sow [3]: empezó con ganas, tuvo alguna conducción de interés, pero la realidad es que su influencia en el juego, con un Mallorca tan encerrado, con un juego tan lento, fue mínima. Rakitic [4]: lo intentó muchas veces, disparó mucho desde la frontal, centró varias veces desde banda, pero no le salió nada. Se marchará, como de costumbre casi, frustrado a casa. Ocampos [4]: como siempre, le puso muchas ganas, mucha fuerza, mucho ímpetu, pero la realidad es que, más allá de los dos buenos cabezazos de la primera mitad, desde banda no creó nada más. Lukebakio [3]: se marchó lesionado poco antes de la media hora de juego. Podría ser importante. Su partido se resume en una jugada: pudo ser perfecta, pudo ser el primero sevillista; y acabó, casi en la siguiente, en el primero del Mallorca. En-Nesyri [3]: Raíllo y Alberola Rojas le dieron la noche. Entre agarranones (clarísimos algunos), la permisividad del árbitro y la falta de acierto de sus compañeros, desapareció de la escena. Suplentes: Januzaj [4]: que el belga sea uno de los que más busque la pelota, intervenga e intente hacer daño, dice mucho de la pésima situación que vive el Sevilla. No hizo nada del otro mundo, pero al menos lo intentó. Óliver Torres [3]: entró para darle frescura al equipo, pero sumergido en la ansiedad, en los nervios y en el desacierto de sus compañeros, acabó contagiado. Kike Salas [-]: fue el único, último e inexplicable cambio ofensivo de su entrenador. Apenas tuvo tiempo para nada, para hacer una falta tan fácil de pitar para el árbitro como difícil de entender las decisiones tomadas en Son Moix.   Diego Alonso [2]: si no está condenado, le falta poco. Esta vez su equipo empezó bien, con personalidad, con una idea fija, pero como casi de costumbre, a la primera recibió gol. El resto del encuentro, lo de Mendilibar, pero en uruguayo: centros, centros, centros, polémicas, protestas y un equipo que se rompe siempre. Encima, perdiendo, y a pesar de que tenía pocos recursos, no supo ni quiso mover el banco. El cambio en busca del empate fue Kike Salas.