Sabemos que es una joya que lleva varios meses disponible. Pero publicamos este análisis aprovechando que Tesura Games acaba de lanzar (el 28 de noviembre) sus flamantes ediciones físicas de KinnikuNeko: SUPER MUSCLE CAT (Edición Estándar y Edición Purrrrfect) para PlayStation 5.
Y qué mejor excusa, porque pocas veces hemos tenido entre manos un videojuego que nos haya provocado tantas carcajadas, tanto asombro visual y tantos “¿pero qué estoy jugando exactamente?” como este festival musculoso y gatuno editado por Mameshiba Games y desarrollado por Kamotachi, un creador español que parece haber absorbido directamente el ADN de los anime noventeros.
Desde que vimos aquel primer tráiler, confieso que tuvimos un debate: “¿Esto es una genialidad o una locura absoluta?”. Tras jugarlo, podemos confirmar que se trata de ambas cosas. Y que además es glorioso.
La aventura arranca con una intro animada que podría encajar sin despeinarse en cualquier serie mítica de la época: colores chillones, música pegadiza, plano épico de nuestro héroe flexionando los pectorales… pura magia retro-animesca. Te engancha de inmediato. Y a partir de ahí, el juego no frena nunca: referencias, clichés humorísticos, aliens ridículos y una historia que abraza su propia absurdez con una convicción admirable.
Los extraterrestres (llamados con todo el cariño del mundo Misterious Aliens) invaden la Tierra para coleccionar especies útiles y cumplir los caprichos de la Mother Queen, una villana con más personalidad que algunos antagonistas de series enteras. El tono es deliberadamente exagerado, lleno de parodias y homenajes, incluyendo cosplays de Dragon Ball o One Piece desperdigados por los niveles.
El trío principal es una joya:
Y sí: cada vez que suelta un “meow” en mitad de un enfrentamiento musculoso, tu cerebro se derrite un poquito. Esta mezcla de ternura absoluta y barbaridad física es gran parte de su encanto.
KinnikuNeko alterna entre dos formas jugables:
Modo gatete normal (azulito, mono, frágil):
Es una mezcla de precisión plataformera y huidas cómicas donde sientes que cualquier soplido te manda al otro barrio. Pero la movilidad es deliciosa.
Modo Gato Cachas™ (calzoncillos apretados, músculos talla XXL):
El cambio de forma solo puede hacerse encontrando a Lemon en puntos concretos del nivel, algo que puede ser desafiante o molesto a partes iguales. A veces te gustaría jugar más libremente con el ritmo entre movilidad y combate.
La estructura del juego es un clásico 2D con personalidad propia. Plataformas, enemigos, rutas alternativas con secretos y niveles que cambian el género de forma inesperada: fases shoot ‘em up, minijuegos musicales con iconos felinos cayendo, duelos de pulsos a base de palabras o fases de scroll forzado donde vas a sudar de lo lindo.
Algunas de estas pruebas destacan por su humor y frescura; otras (especialmente los niveles de scroll y ciertos saltos milimétricos) pueden resultar frustrantes por una física algo caprichosa. Es parte del encanto y parte del caos. Pero cuando lo superas, la satisfacción es real.
El juego es un espectáculo de animación tradicional, colores vibrantes y expresiones desorbitadas. KinnikuNeko está animado con una fluidez que provoca carcajadas constantes, especialmente cuando adopta poses de culturista o levanta una pierna para asearse como un gato.
El estilo recuerda a Toriyama, a Shōnen clásicos, a OVAs de los 90… pero también tiene identidad propia. Y sabiendo que está hecho principalmente por una sola persona, la admiración aumenta.
El apartado sonoro merece una ovación aparte. La canción de apertura es un banger absoluto: absurda, pegadiza y perfecta para meterte en ambiente. Se te mete en el crerebro desde el minuto uno y te preguntas por que no hay un anime en emisión con esa cabecera, y que tenga 650 episodios, por favor.
El juego tiene doblaje original y está disponible en tres idiomas, por lo que podemos escuchar las voces en inglés, en castellano, pero también en japonés. Una delicia total y un trabajo que hay que reconocer, porque no suele ser muy habitual en estas producciones.
El humor y la energía se apoyan muchísimo en este apartado. Sin esta música tan viva, el juego perdería parte de su magia.
KinnikuNeko: SUPER MUSCLE CAT es uno de esos juegos que no deberían funcionar… pero funcionan a las mil maravillas. Es absurdo. Es encantador. Es desafiante. Es un homenaje a la cultura anime de los 90 hecho desde el cariño, con toneladas de humor y una personalidad arrolladora.
Sí, tiene sus fallos: plataformas exigentes, físicas traviesas, puntos rígidos para cambiar de forma. Pero todo queda compensado por su enorme corazón, su estilo visual, su ritmo cómico y la sensación constante de estar jugando a un anime loco, precioso y muy consciente de sí mismo.
Y ahora, con la llegada de sus ediciones físicas de Tesura Games, es aún más fácil recomendarlo.
*Jugado en Nintendo Switch 2
Lo mejor:
Lo peor:
88/100