La grieta en el cielo de Valorant, un secreto con sabor a Fortnite 2.0

La construcción de la narrativa en todo videojuego es la base para asentar personajes, historia y guión con la intención de atrapar al espectador, una dinámica que parece abrazar Valorant con el primer guiño descubierto en el campo de práctica, una grieta en el cielo sin explicación.

El viaje del héroe en Valorant está por conocer. Es extraño pensar que un shooter o un Battle Royale puedan esconder una historia, pero los secretos son el gancho más apetecible para atrapar a los jugadores y esa parece la baza principal para descubrir esa famosa grieta en el cielo que tanto se popularizó en su día en Fortnite.

No es que queramos comparar, es que es inevitable pensar que si esa grieta ha aparecido ahí en las últimas horas, miremos a Fortnite como parte de esa construcción de una historia hacia personajes e historias reconocibles, algo que ya intentó Overwatch y que obviamente también ha hecho Riot con sus regiones y personajes desde su creación.

¿Pero qué es realmente esa grieta en el cielo de Valorant? Una incógnita. La respuesta básica es pensar que siempre ha estado ahí, pero repasando los vídeos iniciales del juego, nunca aparece esa grieta dentro del mapa de prácticas. Ahora solo quedan dos balas: Sabine y Ascent.

Sabine debería ser el próximo agente en pisar el campo de batalla dentro del shooter táctico de Riot ya que se han desvelado líneas de voz de todos los agentes con respecto a sus poderes y a sus secretos y a la manera que tendrá de recoger almas de amigos para hacerse más fuerte.

La razón que nos convence algo más es la presentación de Ascent como un nuevo mapa. Riot no ha explicado la narrativa del juego y el por qué encerrar a los personajes en un mapa para combatir, pero si pensamos en la extracción de los diferentes mundos tal y como pasa en el LoL, la fisura del cielo bien podría significar un nuevo mundo al que viajar, ese mapa veneciano.

Valorant sigue en beta cerrada y hablar del lore o de la relación entre personajes es cuanto menos arriesgado. El juego engancha por sí mismo y todavía no hay más interacciones entre los agentes que las frases entre ellos, que ya esconden bandos y amistades, pero si el cielo se abre algún secreto esconderá el título, empezamos la cuenta atrás.