La lesión que casi retira a Rafa Nadal con 19 años: "No volverás a jugar"

Las lesiones son un compañero de viaje constante para los deportistas de alto rendimiento. En el caso de Rafa Nadal son del todo conocidos sus problemas en las rodillas, que le han hecho parar en no pocas ocasiones durante su dilatada carrera profesional. Pero pocos conocen que hubo un percance, cuando era joven, que casi impide que el manacorense sea la leyenda que es hoy. Lo explicó él mismo en 'Mi casa es la tuya', el programa de Bertín Osborne en Telecinco. Fue la enfermedad de Müller-Weiss en uno de sus pies.

Se trata de una malformación en uno de sus escafoides del pie izquierdo. Un pequeño bultito que le impedía tener una pisada correcta. Hasta tal punto era importante esa lesión que pasó por las manos de varios médicos y más de uno le dijo una frase que hoy deja perplejo: "no volverás a jugar". Se referían a una intensidad alta, a nivel profesional. Lógicamente, Rafa Nadal no se iba a rendir a los 19 años. Trabajó a destajo y empezó a jugar vendado y con una plantilla especial, "muy agresiva". Tan especial que con ella su pie no cabía dentro de la zapatilla y tuvo que ir a EEUU, a la sede de Nike, para que le hicieran las zapatillas a medida. Las posteriores molestias en cadera, espalda y rodillas tienen su origen en esa pisada especial que le desvía el punto de apoyo en la pisada.

Aquello llegó a su pico más alto en 2005, cuando el escafoides se le partió por la mitad. El manacorense, de hecho, sigue jugando vendado, pues esa zona del pie continúa dañada. "No recuerdo lo que es jugar sin dolor, pero intento no quejarme nunca porque las cosas me han ido de una forma que jamás hubiera podido soñar, lo que tengo es que dar gracias", reflexionó Rafa Nadal ante Bertín Osborne, otra gran muestra de la capacidad de sacrificio del campeón español.