OT o la verdad más dura (y es de Ana Guerra, Amaia, Aitana, Alfred y Cepeda)

No es ningún secreto que la pasada edición de Operación Triunfo fue uno de los fenómenos televisivos más grandes de la historia de nuestro país. Tras estar unos cuantos años en la nevera, el formato regresó, y lo hizo a lo grande.

Y ahí la productora y la dirección del programa tuvieron un papel crucial. En muchos sentidos. Por un lado, cómo no, en el casting. No son pocos los expertos en concursos musicales que avisan que será muy difícil repetir un casting así. De hecho, el de la presente edición poco o nada tiene que ver con el de la anterior.

Pero por otro, y ahí estuvo la clave del éxito de OT 2017, el buen uso que se hizo de la red en todos los sentidos. Instagram, YouTube y Twitter fueron las mejores armas de difusión de la productora, que vio en ellas, acertadamente, la mejor manera de conectar con el público joven y millenial al cual iba dirigido el formato.

La verdad más dura

Y, como apuntan muchos en las redes, “la clavaron”. Fue un auténtico fenómeno de masas y las audiencias de todos los canales (TV, YouTube, Instagram, etc.) fueron de lo mejor que se ha visto últimamente en la televisión española.

El público conectó con los concursantes, entraron en sus vidas y les acompañaron, vías redes sociales, a través del concurso. El problema, y aquí llega el lío, es que todo eso se acabó una vez la academia echó el cierre.

Todo ese compañerismo, esa amistad, ese incluso amor que surgió dentro del concurso se ha desvanecido con el paso del tiempo. Amaia y Alfred, la pareja más icónica de la edición, ve como su relación se está tambaleando. Aitana y Cepeda ya han dejado de ser pareja y Ana Guerra ha entendido que debe buscarse la vida por su cuenta.

Ella y todos lo han entendido. Y con ello ha llegado la distancia, los celos, las incluso envidias entre unos y otros. Ahora, sin el cobijo y al abrazo de la productora, cada uno debe hacer la vida y ganarse su carrera por su cuenta.

Y lo están haciendo. Y si ello implica perder las relaciones que tanto enamoraron a la audiencia, que así sea. Algo que, como no, no ha hecho otra cosa que crear un desánimo entre sus seguidores, que ya incluso hablan de “falsedad” y de que “todo formaba parte del show”. La verdad más cruda de la televisión.