Alábau y Manchón, madres en lucha por una plaza en Tokio 2020
El campeonato del mundo de clases olímpicas de vela que se disputa en Aarhus, Dinamarca, reúne a un gran número de regatistas que son madres, muchas campeonas mundiales y olímpicas, entre ellas dos españolas: Marina Alábau y Blanca Manchón.
La clase RS:X en la que compiten en la que junta a más madres. De 64 windsurfistas, seis lo son. Además de las españolas están la polaca Zofia Noceti-Klepacka, la finesa Tuuli Petäjä-Sirén, la francesa Charline Picon y la inglesa Bryony Shaw (Gran Bretaña).
Shaw, de 35 años, abanderada de su país, llevó con ella a su hijo de 14 meses, Jaddek, en la ceremonia de apertura el jueves pasado.
Noceti-Klepacka, de 32 años, casada con el regatista argentino Lucio Noceti, tuvo su primer hijo, Mariano, en 2009, fue plata en los mundiales de 2011 en Perth (Australia) y 2012 en Cádiz, además de ser bronce en los JJ.OO. de Londres 2012.
En 2013 tuvo su segundo hijo, una niña llamada María y ambos, junto a su marido, la acompañan en Aarhus.
"Se quedan aquí conmigo porque es verano y tienen vacaciones de la escuela", dijo. "Estoy muy feliz y más relajada cuando la familia está conmigo en la competencia y me apoyan. Ellos son mis admiradores y siempre creen que puedo ser la mejor".
Marina Alábau no es un excepción. A sus 33 años, la campeona olímpica en Londres 2012 y bicampeona mundial fue madre en septiembre de 2013 de una niña llamada Marta fruto de la relación con su entrenador Alexander Gudayer.
Alábau comentó en su momento que para ser regatista de elite y madre "si no tienes la ayuda económica no puedes competir y alimentar a una familia".
"Yo tuve la suerte de que, a pesar de querer ser madre, me siguieron apoyando para seguir compitiendo", dijo.
"Al final, lo que necesitas para ser madre es cierta ayuda con los niños para que tú puedas seguir entrenándote, pero se hace más duro. Si ya es duro ser deportista y viajar por el mundo, viajar con tu niña o tener que dejarla es todavía peor", reconocía.
También sevillana como Alábau, Blanca Manchón, de 31 años, diploma olímpico en Atenas 2004 y hexacampeona mundial, fue madre de un niño, Noha, en enero de 2017 y suele viajar con él y su esposo, el también regatista y entrenador personal Manuel Halcón.
Blanca vivió momentos amargos porque a causa de su maternidad perdió sus patrocinadores y poco a poco a ido encontrando otros, pero llegó a pensar incluso en la retirada.
Miró hacia adelante, sin ayudas y pagándose los gastos de su propio bolsillo. Siete meses después de su maternidad fue campeona del mundo de Raceboard y en el Mundial de Japón acabó octava.
Este año fue medalla de oro en el RS:X de los Juegos del Mediterráneo de Tarragona, donde Alábau fue plata, y ahora ambas luchan de nuevo para una plaza olímpica en Tokio 2020.