El curioso caso del futbolista que ha cambiado el balón por el fusil

La retirada de un futbolista suele obedecer a cuestiones físicas. Bien por edad, bien por lesiones. Por eso, todo lo que se salga de ahí llama poderosamente la atención. En el caso del futbolista Juan Emilio Gil, su radical giro merece ser contado. El almeriense jugaba hasta hace poco en el Jimbee Cartagena, equipo de la Primera División de fútbol sala. Pero ambas partes han decidido rescindir el contrato que les unía desde hace poco para que el pívot se dedique a su otra gran pasión: el Ejército.

Gil, de sólo 23 años e internacional absoluto con España, han separado sus caminos de mutuo acuerdo tras haber pedido la baja el propio jugador para alistarse en el Ejército y así cumplir su propósito de formar parte de la Infantería de Marina. El almeriense lo ha explicado así tras hacerse público el fin de su vinculación con el equipo cartagenero.

Nacido en Gádor, el futbolista recaló en el Jimbee este pasado verano procedente del Gazprom Ugra ruso y con un acuerdo para tres temporadas. Regresaba así el almeriense a la Primera División española tras haber debutado en ella con el Peñíscola. Antes, Gil había militado en el Gádor y en el filial del Barcelona. Fue, de hecho, uno de los fichajes más importantes del mercado estival en el fútbol sala español.

Nadie podía prever que su nueva aventura durara sólo tres meses. Inicia así su carrera militar, algo que según reconoce rondaba por su cabeza desde hace tiempo y que fue comunicado formalmente tanto a su entrenador, el hispano brasileño Eduardo Sao Thiago Lentz "Duda", como también al presidente del Jimbee Cartagena, Miguel Ángel Jiménez Bosque. Se trata, sin duda, de un caso excepcional, el de Juan Emilio Gil, en el mundo del deporte y en los tiempos en los que vivimos.