Leonela y Dayana, las hijas de Sánchez
Como en 'Los hijos de Sánchez', el filme de 1978 protagonizado por Anthony Quinn, las hermanas Leonela y Dayana se han mantenido unidas por el amor y el reto de superar una infancia difícil.
Leonela Rosa Sánchez obtuvo el jueves la décima medalla de oro para Argentina al derrotar en la final del peso gallo a la brasileña Jucielen Cerqueira Romeu, y su hermana Dayana Érika podrá sumar otro metal dorado panamericano a Argentina y la familia si derrota este viernes a la brasileña Beatriz Soares en la división del peso ligero.
"No fue mi mejor pelea, pero después del segundo round sabía que tenía la pelea ganada", manifestó Leonela, de 25 años, quien está considerada por la AIBA como una de las cinco mejores púgiles del mundo en la división de los 54 a 57 kilos.
Su madre, que aceptó su partida a Lima bajo la condición de regresar a su natal Córdoba con el oro, su pareja y su "hermanita" Dayana, de 28 años, son las primeras personas en que piensa a la hora de dedicar su éxito.
"Valió la pena el sacrificio y ahora estamos con la medalla de oro", declaró a Efe con viva simpatía la joven, que llegó a sus primeros Juegos Panamericanos con la tarjeta de presentación de haber sido la mejor en la etapa de clasificación.
La alegría de Leonela es contenida, al menos en las horas que faltan a la pelea de su hermana en el cierre de las finales del boxeo en Lima 2019.
"Ella está tranquila, sabe que puede ganar el oro y solo espero que todo salga como ha sido en la preparación", añadió.
A pesar de ser menor tres años que Dayana, la flamante medallista panamericana de oro en peso gallo admite que siente un vínculo protector, tanto que suele llorar cuando su hermana pelea. Peor cuando la "ídola" pierde.
"Nos criamos muy juntas. De niñas peleábamos en el barrio pero nunca nos agredimos entre nosotras", recordó con emoción al recordar los difíciles años en Córdoba y la difícil relación que tuvieron con su padre, Hugo, un exboxeador que se consumió entre el alcohol, las adicciones y el trato violento a su familia.
"Este logro no es solo mío. Alrededor de nosotras siempre hubo el apoyo de entrenadores, como Virgilio Arauz, Mariano Carrera y Fabricio Nieva. Ellos me han ayudado a no desistir cuando pensé en abandonar la lucha", puntualizó.