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Carlos Pauner comienza su proyecto "7 Cimas" con el Elbrus en el Cáucaso

El alpinista aragonés Carlos Pauner iniciará mañana con su viaje a Moscú su nuevo proyecto "7 Cimas/7 Summits" con el intento de ascensión al Monte Elbrus (5.642 metros), la montaña más alta de la cordillera del Cáucaso, la cual, junto con los Montes Urales, se considera la frontera entre Europa y Asia.El Elbrus supondrá el primer paso en un reto en el que deberá ascender las siete cumbres más representativas del planeta, una por continente, que se ha marcado como objetivo completarlo entre 2015 y 2017.
En el camino de estos tres años se unirá a montañeros con diferentes objetivos en su trayectoria como la oscense Cecilia Buil, el zaragozano Manu Córdova o su acompañante en esta primera expedición y en alguna otra más, el alpinista de Cariñena Fran Lorente.
Pauner afrontará la cima caucásica junto a Fran Lorente y esperan poder hollarla por la ruta de la cara oeste entre el 23 y el 25 de agosto.
"Se trata de una montaña con nieve, glaciares y mucho viento, que es la que menos dificultad debe plantearme y debe servir para chequearme", ha explicado en la presentación de su proyecto en Zaragoza.
Al Monte Elbrus le seguirán el Aconcagua (6.962 metros) en América del Sur; McKinley (6.194) en América del Norte; Vinson en (4.897) en Antártida; Puncak Jaya o pirámide de Carstenz (4.884) en Oceanía; además del Kilimanjaro (5.895) en África y el Everest (8.848) en Asia. Estos dos últimos ya los holló en 2008 y 2013 respectivamente.
Al respecto del Everest ha mostrado su intención de regresar para intentarlo sin oxígeno ya que es "la espina clavada" que se le quedó de su anterior proyecto "Hacia los 14 ochomiles", dado que para poder cerrarlo optó por hacerlo ayudado de botellas de oxígeno y en 2017 volverá a intentarlo sin ayuda artificial.
La montaña del Cáucaso Norte le servirá al montañero jacetano para reencontrarse con la actividad montañera al más alto nivel y comprobar su "estado físico" después del grave accidente que sufrió en el rocódromo de Zaragoza que le postró en cama y en silla de ruedas varios meses.
"El primer año fue de recuperación lenta y seis meses en silla de ruedas, ya que cuando dejé el hospital no era capaz de sostenerme de pie, y después muletas. Después lo siguiente fue correr primero 50 metros, luego 100 metros. Y en el segundo año ya estaba preparado para la vida normal pero no para la actividad deportiva", ha explicado.
En estos momentos considera que se encuentra completamente recuperado, "sin ninguna dolencia", después del trabajo que ha tenido que realizar para su restablecimiento que ha sido "intenso pero gradual".
Pauner ha subrayado que el Elbrus supone algo más que comenzar un nuevo proyecto ya que confía en que "sea el hilo conductor" que permita abrir nuevas líneas para poder arrancar nuevos subproyectos junto a los montañeros que le van a acompañar en algunas partes de esta nueva iniciativa.
Al respecto de afrontar estas siete cimas con la intención de abrir nuevas vías o nuevas dificultades, ha señalado que en el Elbrus se lo plantea como una toma de contacto pero que ya en el Aconcagua o el McKinley existen posibilidades de tratar de "hacer cosas nuevas".
Carlos Pauner lo ha calificado como un proyecto "personal", a la vez que ha reconocido que después de haber estado diecisiete años involucrado en el himalayismo y en ascender los catorce ochomiles eso le ha impedido visitar otras cordilleras como los Andes o la cordillera antártica.
"Ahora se abre una época nueva y apasionante de montaña" en la que va a compartir su proyecto con otros montañeros con los que afrontará nuevos retos.

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