Este sitio web utiliza cookies propias y de terceros con fines analíticos y para mostrarte publicidad personalizada (recopilan datos sobre tus gustos y perfil).

Si continúas navegando por el sitio, estás aceptando su uso.

Puedes rechazar la utilización de cookies u obtener más información al respecto en nuestra Política de Cookies

A través de cualquiera de las páginas webs del Grupo tiene la opción de personalizar las cookies tal y como desee.

Es Noticia

Un homenaje a medias


Entiéndanse estas palabras más como reflexión que como crítica, pues así es como me dispongo a escribirlas.
Superada la medianoche del martes, Frederic Kanouté recibía el último aplauso de la sala de prensa del Pizjuán. El francés, muy cansado, se limitó a agradecer a los medios su colaboración, de forma muy breve.
Me habría gustado que todos los sevillistas hubiesen podido presenciar ese minuto. Al menos, para que disfrutaran de una sensación íntima que en el homenaje en sí se apagó demasiado pronto.
El sevillismo fue solidario, contribuyó, porque la felicidad de su ídolo es la suya. Sin embargo, recibió a cambio menos de lo esperado. El tributo a Kanouté duró demasiado poco.
Compartir el homenaje con el V Champions for África no resultó tan atractivo como debiera. El Sevilla puso de su lado el espectáculo, con una preciosa canción de El Arrebato incluida. Pero fueron los prolegómenos; luego, el fútbol acabó con la fiesta.
Porque Kanouté solo jugó doce minutos y la conexión con la grada se apagó casi al instante. Fue manteado pero no volvió a pisar el césped y, por tanto, no hubo la posibilidad de festejar de nuevo su último gol con el Sevilla.
Ajeno a todo esto, Ricardo acabó siendo ovacionado por hacer que el público, congregado para disfrutar de su ídolo, se entretuviese al menos viendo a un portero hacer chilenas.

Escribir comentario 0 comentarios
Deja una respuesta
Su comentario se ha enviado correctamente.
Su comentario no se ha podido enviar. Por favor, revise los campos.

Cancelar