El corazón de Munir

Pregunté la semana pasada en Castalia cuánto tiempo hacía que Munir no jugaba un partido completo. Nadie supo darme respuesta. Con la Selección, seguro. Con el Barcelona, probablemente, sólo en algún partido menor de Copa del Rey.

Y me sorprendió el buen estado de forma en el que se encuentra.
El Valencia, a dia de hoy, es un equipo sin referentes, sin estrellas, sin jugadores que, más allá de vender camisetas, sean importantes (definición que me enseñó Pedro Cortés) tanto para sus compañeros como para el entrenador. El hecho de que Enzo Pérez sea capitán es de chiste.
El recital que dio Munir en Castellón fue soberbio. La primera media hora, con movilidad aunque sin contacto con el balón. Aquello del trabajo táctico para unos y pasar desapercibido para otros. Los siguientes 25 minutos fueron para enmarcar: remates de cabeza y con ambas piernas, peligro constante y gol. Después, Celades le mandó a la banda derecha, y seguía siendo el mejor.
Creo que Munir lo tiene todo para triunfar en el Valencia. Creo que el Valencia no tiene a ningún jugador que se le acerque a la calidad de Munir. Creo que Munir tiene una capacidad de remate y goleadora como hace años no ha habido en el Valencia.
Dicho esto, y conociendo a la grada de Mestalla, estoy hablando de un jugador frío, que le va a costar conectar más allá de sus goles.
Que Munir se convierta en una leyenda del Valencia va a depender de su corazón, de su coraje, de sus ganas, de su implicación y, un poco, de su postureo, lo que de siempre se ha llamado un jugador tribunero. Si Munir es capaz de abandonar el lado frío y se adapta a las condiciones de esta parte cálida del Mediterráneo, estaremos hablando del mejor delantero del Valencia en el siglo XXI.
Luis Urrutia Benet
Periodista