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¡Máster de Carnaval!

Alejandro Vilas

¡Hola! Somos el Carnaval de Cádiz y hoy le hemos cantado a Catalunya y a Serrat, hemos denunciado a la manada en dos ocasiones y de dos formas distintas. Hemos mostrado nuestro compromiso contra el racismo y el cáncer infantil. Le hemos dado un repaso al PSOE y a su majestad. Nos hemos acordado de las madres en dos hermosos pasodobles, de Cádiz y de la esencia de nuestro Carnaval, cómo no. Y tampoco nos hemos olvidado de nuestra cantera para que mañana otros sigan haciendo lo mismo.

Así somos por aquí. Hombres y mujeres de la calle que por la noche se disfrazan para remover conciencias y por la mañana se despiertan para levantar el país. Qué Dios Momo bendiga a todos ellos. Son a estos artistas a los que les debemos noches tan grandes como la de este martes (o máster) de febrero.
Vera Luque
Empezamos con la chirigota del Vera. Los 'animales' de concurso tienen la capacidad de sacar las garras cuando la competición lo requiere. Quizás, a Vera Luque, tampoco le hacía falta llevar una 'supertanda' de pasodobles para colarse en la finalísima, pero esta gente no se andan con pequeñeces. El primero a la manada y a los que cuestionan a la víctima. O estás con ellos o contra ellos vienen a decir. No hay más. El segundo, aunque con alguna letra 'mascá', es un pasodoblón de muchos quilates. A ver si se enteran de una vez los que han descubierto esto en el 2018. No hay racismo en la chirigota ni en nuestra fiesta. El Carnaval está, estuvo y estará siempre para todo lo contrario. Solo se trata de hombres y mujeres que siempre encuentran un momento en el día para mantener el compromiso con la sociedad. Para aportar esa pizca que ayude a hacer de este planeta un mundo mejor. Buena tanda de cuplés, aunque ambos mejor en el desarrollo que en el remate. Cierran la función con un popurrí simpático, con algún que otro golpe y alguna que otra crítica. En el final se van por Cádiz pero sonando a Congo. "Gambón, guitarrita, caleta po aquí muero yo". Hasta el viernes.
Martínez Ares
Cuando apenas habíamos cogido aire llegaba la comparsa de Martínez Ares para robarnos el oxígeno. Si al final del popurrí no acabaste temblando es porque tal vez seas de San Petersburgo. No hay premio que pague lo que Don Antonio le brinda al andaluz y al Carnaval. Cómo necesitábamos una comparsa como esta. Ojalá esa sensación de la última cuarteta fuera perenne en nuestras vidas. Ojalá que no fuese solo una letra de Carnaval. Ojalá que la rabia nos acompañe cada día y los andaluces derramen de una vez todos los complejos. Antonio Martínez Ares coronaba su actuación con una obra maestra. Antes dejaba dos pasodobles a la altura de lo que el poeta suele ofrecer. El primero a los niños que luchan contra el cáncer desde pequeño, y el segundo es un repaso que desmorona todo lo que el PSOE fue. Primero sensible y segundo a la yugular de un partido que va a la deriva. Con todo, los pasodobles siguen estando por debajo de un repertorio sublime. Antes, 'El perro andalú' había llegado con una presentación maravillosa, cantada con más rabia que nunca. Mientras no cambien la presentación y el popurrí, cada pase de este grupo siempre será mayúsculo.
Los niños
El teatro aún estaba convaleciente del arte de una comparsa con miles de matices que analizar y llegaban los niños con un disfraz de andar por casa. De la noche al día. De una comparsa con cientos de capas que destapar a un cuarteto que llega de frente, sin complejos y al desnudo. Tal como sus componentes lo trajeron al mundo. El secreto del cuarteto 'El trio' son ellos mismos. Ellos, primero, se preocupan por hacer lo que les gusta y por el camino, hacen reír. Además lo acompañan con dosis altas de poca vergüenza. Tontería que les viene a la cabeza, tontería que se llevan a la escena. Ahí recuerdan a esas pamplinas del mítico cuarteto de Rota. Quizás bajan un poco el nivel de los pases anteriores pero  lo suplen con ese recurso que tantos buenos resultados les dio en el pasado, Pedrito y sus bailes. Que vuelvan a la final haría justicia a un gran concurso.
Juan Carlos
Sin descanso. Tras el cuarteto llegaba otro de los grandes de nuestra fiesta. Si hay alguien capaz de dinamitar un teatro y cambiar por completo la historia en una tanda de pasodobles ese es Juan Carlos Argón Becerra.  Hace un tiempo que Juan Carlos y su grupo cogieron esa forma de cantar tan dulce y sin estridencias ."Por más que se puede perder y más que se pueda ganar, donde se ponga una madre que quiten el bien y quiten el mal". Es la frase del primer pasodoble que anticipa un trío que dura unos segundos pero que bien nos gustaría que durara una eternidad. Pónganse de pie las madres del universo. Vaya letra grande. El segundo al monarca. Majestuoso. Vaya tanda. Ocurrió con 'La serenissima' con aquellas dos coplas en semifinal, volvió a ocurrir con 'Los Millonarios' en cuartos y ha vuelto a pasar en la media noche de este martes 6 de febrero. 'Los Mafiosos' se dejan de mafia y se meten en la pelea por lo legal. Además, también acompañados de dos cuplés del altura y un popurrí muy teatral y con esa carga de contenido a la que acostumbra el poeta. Había que traer misiles y no fallaron. Quizás la mejor tanda de pasodoble de lo que llevamos de semifinal. O la mafia los deja fuera, o Los Mafiosos volverán a cantar el viernes. No hay más.
Tino
Después de tanto aún quedaba mucho más. El Falla permanecía inalterable a la espera de una de las comparsas del año. 'Tic-tac, tic - tac' de Constantino Tovar. Eran cerca de las dos de la madrugada y sonaba la presentación. Una primera pieza que suena a la perfección, como un reloj suizo. En el primer pasodoble el autor defiende la esencia del Carnaval y no cree que la presencia de la fiesta en el Liceo sea la confirmación de la grandeza de la misma. Gran letra. El segundo llega al alma porque está escrito con él. La historia de un padre - el de Tino- y el recuerdo a una madre -la del autor-. Si ya Tovar es único tocando la fibra, imagínense con esta letra. El popurrí es otra de las grandes obras que este Carnaval 2018 nos deja. Las dos últimas cuartetas de la última pieza ponen el broche a otra actuación grandiosa. Y ya van tres. Y el tiempo nos debe una más.
Coros
En esta final anticipada no podían faltar dos coros acostumbrados a esto de las finales. El coro de Pastrana y el de Julio Pardo. El primero abría la sesión con dos buenos tangos . Uno de ellos una dura letra a Catalunya defendiendo a Serrat. El segundo coro traía otro bonito tango lleno de consejos a la cantera y un popurrí dedicado a la chirigota. Ambos, salvo hecatombe, estarán donde suelen.
Taca y Joselito
También pasaron por el teatro la chirigota del 'Taca' y el cuarteto de Joselito. Los últimos defendieron el repertorio con mucho arte a pesar de actuar a las tres de la madrugada. Parodia con algunos golpes y muy cofrade. En uno de los cuplés aparece 'el Trinchera', cuartetero de la competencia. Solo por defender el pase como lo han hecho, y a estas horas, merecen el pase a la finalísima. La chirigota 'Este año nos veréis en el altar' completó un buen pase con dos buenas letras de pasodoble. El primero a la manada y el segundo el piropo a Cádiz que nunca debe faltar. Hasta aquí, la mejor noche de todo el concurso.

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