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Del "increíble" al "déjame solo": tremendo cabreo de Carlos Sainz con la dirección del GP de Miami

Carlos Sainz y Oscar Piastri, en el GP de Miami (Foto: F1).
29 años buscando el rebufo de Alonso y Márquez.

Carlos Sainz se está ganado el suelo en la carrera del Gran Premio de Miami. El piloto de Ferrari ha tenido sus más y sus menos con Checo Pérez primero y, luego, con Oscar Piastri. En la salida, Sainz estuvo cerca de abandonar tras una maniobra muy al límite de Pérez; llegando al final de la carrera, el de Ferrari libró una intensa batalla con el McLaren de Piastri. Esa segunda lucha terminó con Sainz por delante, pero durante la misma el madrileño se quejó en más de una ocasión por radio de los movimientos del austrialiano.

Tras la salida, es casi un milagro que pilotos como Sainz o Charles Leclerc sigan en la carrera. Pérez intentó algo muy complicado. Tiró de frenos para avanzar posiciones, pero rozó incluso a su compañero de equipo. El piloto mexicano estuvo muy cerca de terminar con la carrera de Sainz, pero el español fue capaz de ver por el retrovisor el optimismo  del de Red Bull. Inmediatamente, Sainz habló a su equipo para alzar la voz y reclamar una sanción por la agresividad innecesaria de Checo. "¿Qué coño ha sido eso? ¡Deberían penalizarlo! ¡Casi nos deja fuera!", dijo el español por radio.

Carlos Sainz y Oscar Piastri, en el GP de Miami (Foto: F1).

Carlos Sainz, enfadado con los comisarios

La batalla de Carlos Sainz con Oscar Piastri dejó alucinando al piloto español. Para él, el McLaren iba al límite y debió ser sancionado en más de una ocasión. "Es increíble", reconocía el propio Sainz a su equipo por radio. En ese momento, fue el de Ferrari quien exigió a su equipo reclamar. No obstante, la escudería italiana confirmó poco después que Piastri no iba a recibir ninguna penalización por parte de los comisarios. "Déjame solo", zanjaba.

Poco le duró el cabreo, ya que vueltas después Sainz logró adelantar por fin a Piastri. Todo, para colocar su Ferrari en la cuarta posición. El adelantamiento, eso sí, no dejó indiferente a nadie. Y es que el alerón de Piastri quedó dañado por no darse por vencido.

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