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Max Verstappen tiene claro dónde celebrar su victoria en Las Vegas: "Nos vemos mañana, o no"

Max Verstappen, Charles Leclerc y Checo Pérez.
29 años buscando el rebufo de Alonso y Márquez.

La relación de Max Verstappen con el Gran Premio de Las Vegas ya se ha terminado, al menos hasta la próxima temporada. Han sido días intensos para el piloto de Red Bull, pero vista ya la bandera de cuadros uno puede pensar en aprovechar por fin de todo lo que la ciudad tiene. Aunque sean pocas horas, Verstappen quiere celebrar por todo lo alto la victoria. Y lo quiere hacer con Charles Leclerc y Checo Pérez.

Max Verstappen está disfrutando, por fin, de Las Vegas. Las primeras horas en el trazado estadounidense no fueron agradables para el neerlandés. Él mismo confesaba estar incómodo con las diferentes situaciones que la Fórmula 1 le obligaba a cumplir. Se sentía como un "payaso" y veía en el Gran Premio un evento que dejaba de lado el ámbito deportivo. Todo ello, sin embargo, parece haberse olvidado con la bandera de cuadros.

Max Verstappen, celebrando su victoria en Las Vegas (Foto: Cordon Press).

Max Verstappen bromea de camino al podio

Nada más ver que era el ganador, Max Verstappen dejó uno de los momentos del día. Se puso a cantar 'Viva Las Vegas', de Elvis Presley. Tras una dura carrera para el neerlandés (con sanción incluida y con accidente con George Russell), la tensión desapareció al instante. Verstappen cogió las riendas de la situación y reconoció haberse divertido.

"Ha sido una carrera dura. He intentado ir a por el liderato, hemos frenado tarde y perdí agarre. La sanción nos pilló a pie cambiado, he tenido que adelantar y luego ha salido el Safety Car. Una vez he puesto los duros he podido tirar hasta el final. La carrera ha sido muy bonita y divertida", explicaba el propio Max Verstappen antes de subir al podio.

Pero antes incluso de ello, Verstappen protagonizó otro cómico momento con Charles Leclerc y Checo Pérez. Los tres pilotos del podio dieron una efímera vuelta en coche. Y es que uno de los actos protocolarios para poner el broche final al Gran Premio tenía que ver con un espectáculo en la famosa fuente del Bellagio. "¿Dónde vamos?", preguntaba un desubicado Leclerc. "Directos al club nocturno. Nos vemos mañana, chicos. O no", bromeaba Verstappen.

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