Un error no forzado decide el duelo de las pizarras

El Valencia CF se estrenaba a domicilio en LaLiga Santander y lo hizo con una derrota por la mínima ante el Athletic. Un gol de Álex Berenguer tras un fallo en la entrega de Carlos Soler permitió a los locales, que fueron mejores, llevarse los tres puntos en un choque en el que demostraron que el sistema que está intentando instalar Gattuso en el Valencia lo dominan más y mejor los de Valverde. Fruto de esa perfección, el Athletic defendió mejor y tuvo más mordiente arriba. Al bloque de Mestalla le falta tiempo y jugadores, todo y que pudo empatar al final. Cierto es que el Athletic varía su dibujo para formar un 1-4-2-3-1 dependiendo de la posición de Sancet, pero el planteamiento y la filosofía son primas hermanas. El Valencia no le perdió la cara al duelo, pero le faltó. Le falta.

De inicio Gattuso se mostró valiente, manteniendo su 1-4-3-3 con el único cambio de Gabriel por el sancionado Cömert. Valverde también hizo un cambio y puso al menor de los Williams por la derecha para buscar las costuras de los de Mestalla y al mayor, Iñaki, en punta. El partido empezó loco, con idas y venidas y los puntas buscando la espalda de sus rivales. Así llegó la primera ocasión. Una salida en falso de Diakhaby permitió al Athletic filtrar un balón que dejó a Álex Berenguer sólo ante Giorgi. El meta georgiano resolvió el mano a mano cuando apenas se habían disputado cuatro minutos.

Los jóvenes pupilos de Gattuso no se descomponían ante un sistema similar pero que cerraba mejor atrás. El italiano y Valverde tenían la misma consigna: presión alta para buscar el error del rival. Sin embargo, la primera ocasión, malograda por lino desde la frontal, llegó en una de las muchas subidas que protagonizó Thierry en el primer cuarto de hora.

En una acción de contra se lesionó Hugo Duro en el tobillo y Gattuso no pudo reservar a Maxi Gómez. Con el charrúa en el campo, los dos Samus trenzaron una rápida transición de banda a banda que acabó con un centro de Lino que Maxi le quitó a Soler y finalmente cedió a Castillejo que disparó alto.

El Athletic se adelanta

En la otra meta el trabajo se le acumulaba a la zaga y al meta. El Athletic comenzaba a sumar llegadas y, aunque los centros no encontraban rematador, generaban cabreo e intranquilidad en el banquillo de Gattuso. El Valencia no renunciaba a sacar la pelota moviéndola y, en un error de Carlos Soler cuyo pase horizontal fue cortado por Iñaki Williams, anotó el Athletic. Este la cedió a Berenguer que, con un disparo seco y pegado al palo, batió desde lejos a Mamardashvili. 1-0 al filo del descanso al que se llegó tras otra ocasión clara de Berenguer que Yunus Musah salvó in extremis. El córner posterior acabó en gol de Williams pero en claro fuera de juego. La velocidad vasca estaba reventando el sistema a los valencianista que, sin embargo, perdían por un error no forzado.

Tras el paso por vestuarios Gattuso tenía algo que cambiar. Había clavado el sistema del Athletic pero los vascos lo jugaban mejor. El equipo salía con el balón controlado pero a veces tenía pérdidas que desesperaban al técnico italiano.

El Valencia estaba sin ideas y el Athletic dominaba el partido cuando, tras un disparo desviado por poco de Samu Castillejo, Gattuso movió su banquillo y sacó a Lato y Nico González por Yunus Musah (amonestado) y Jesús Vázquez para refrescar la banda y la medular.

Gattuso cambia el sistema y el árbitro anula un gol local

El paso de los minutos fue restándole intensidad al juego y Gattuso volvió a mirar al banquillo y sentó a Guillamón, que estaba siendo el mejor del equipo, y a Thierry con problemas. Sacó a Foulquier y a Marcos André, en la rampa de salida. Cambió el sistema y el Athletic aprovechó la falta de contundencia de la zaga para colgar un balón que Nico Williams embocó pero en fuera de juego.

El equipo estaba noqueado y fallaba siempre a la hora de tomar la decisión en los últimos metros y eso penalizó cualquier oportunidad de igualar un partido en el que el Athletic fue mejor y que se llevó los tres puntos. Antes del final, Marcos André remató de cabeza un centro de Foulquier y después el brasileño, tras una gran jugada personal, remató desviado fuera por poco.