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Mestalla disfrutó a lo grande en la fiesta del Uruguayo

Un Valencia-Barcelona nunca es un partido más. Como es habitual Mestalla se vistió de gala para afrontar uno de los mejores partidos que se pueden ver en LaLiga Santander. Los de Celades ganaron 2-0 y el valencianismo disfrutó a lo grande.

Hubo lleno hasta la bandera con 45.882 espectadores y Mestalla acabó cantando "uruguayo, uruguayo" en reconocimiento al héroe de la victoria: Maxi Gómez.

Incidentes entre radicales

El balón todavía no había comenzado a rodar en el Valencia-Barcelona de este sábado, pero ya se habían vivido los primeros incidentes. Aficionados radicales del conjunto azulgrana protagonizaron altercados que obligaron a intervenir a las fuerzas policiales.

El partido de LaLiga Santander arrancó a las 16.00 horas en Mestalla, pero tres horas antes ya se habían producido incidentes en los aledaños del estadio. Se calcula que alrededor de 120 radicales fueron los protagonistas de los altercados.

Recibimiento de gala

Como suele ser habitual, uno de los momentos álgidos de cada partido se vive con el recibimiento al autobús del equipo. Una vez, los jugadores fueron acompañados por decenas de aficionados que alentaron a sus futbolistas antes de un encuentro decisivo.

El FC Barcelona también fue recibido por un gran número de seguidores. Los azulgranas han sido el equipo visitante que más expectación ha generado a su llegada a Mestalla esta temporada.

Ambiente durante el partido

Mestalla durante el Valencia-Barcelona.

Ya dentro del estadio la puesta en escena fue inmejorable. El club repartió miles de banderas naranjas por la grada que pintaron Mestalla cuando los jugadores saltaron al terreno de juego. Se generó un enorme tifo naranja que le dio un aspecto imponente al estadio.

Cuando el balón comenzó a rodar, la grada estuvo completamente volcada con su equipo. El buen juego de los de Celades hizo que aumentaran los decibelios de Mestalla, aunque el momento de mayor sonoridad de alcanzó al final del primer tiempo.

La pitada de la tarde fue para Gil Manzano al cortar un contragolpe en el que el Ferran y Gameiro se iban solos contra Ter Stegen. El árbitro enfiló vestuarios al grito de "burro, burro".

Mestalla se puso en pie para celebrar el gol de Maxi Gómez que abría el marcador y, poco después, cuando Francis Coquelin placó a Lionel Messi en el centro del campo tras un prolongado agarrón.

Tras el 1-0 llegaron momentos de sufrimiento, de morderse las uñas, pero todo explotó en un grito de alegría cuando Maxi Gómez hizo el 2-0 a falta de doce minutos para el final. Fue el fin de fiesta perfecto, en la que Mestalla cantó "uruguayo, urugayo".

Estas son las mejores imágenes de una tarde histórica para el valencianismo.

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