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Levante-Valencia: lo que unió el amor, que no lo separe el derbi

Juan Carlos y Pilar
David Torres / María Trigo

El derbi no es un partido más en València. El duelo entre el Levante UD y el Valencia CF se cuela en los hogares de la ciudad y se coloca en primera línea de la agenda de temas junto a otros como la formación del gobierno, el repunte de la crisis, el paro o quién ganará GH VIP.

Pasa en infinidad de casas y ElDesmarque Valencia recupera una de esas historias humanas que hablan de la trascendencia de este choque: la casa de los Cebriá-Grarijo. La rivalidad surgió de la mano del amor

Juan Carlos (63 años) y Pilar (57 años) son una pareja maravillosa. Juan Carlos, un valencianista de pro, conoce a su mujer, más levantinista que el escudo, desde que tenía 19 años. A los dos les viene su enorme pasión por sus respectivas familias, que estuvieron muy ligadas a los clubes en sus gloriosos inicios en LaLiga. Por ejemplo, el padre de Juan Carlos fue mano derecha del mítico presidente del Valencia CF Luis Casanova, que tomó el mando de la entidad por primera vez en 1935.

Se enamoraron y una máxima rivalidad entró en sus vidas para cambiarlas por completo. Tanto tiempo llevan de relación, como amando y defendiendo a sus equipos gracias a la existencia de LaLiga. Su historia de amor hizo que tuvieran que tomar decisiones impensables por aquel entonces como es que Juan Carlos también se hiciera socio del Levante UD y Pilar del Valencia CF. Todo por ir juntos al fútbol.

"Tenía que hacer de tripas corazón", recuerda Juan Carlos, que afirma también que para él "ha sido llevadera la rivalidad".

Antes de llegar a ese punto, cuando eran novios, Juan Carlos tuvo que hacer algún que otro sacrificio por su relación. El Levante aún no estaba en LaLiga Santander y por Pilar y su familia se recorrió toda la geografía valenciana para ver al cuadro granota jugar en Segunda B y Tercera porque Pilar no iba a dejar sólo a su equipo cuando más lo necesitaba. "Tenía que hacer de tripas corazón", recuerda Juan Carlos, que afirma también que para él "ha sido llevadera la rivalidad".

El Ciutat de Valencia, escenario del primer derbi Levante-Valencia

Algo que no es así para Pilar, una persona muy pasional, muy forofa, que ahora disfruta con el crecimiento y el buen hacer del cuadro granota en LaLiga Santander, aunque también le tocó ver hace no mucho como el Valencia lograba el campeonato liguero y era su marido el que lo celebraba. "Ver como el otro gana títulos crea un malestar constante", comenta Juan Carlos, que tiene asumido que en los derbis es él el que más sufre: "Yo procuro ser más elegante, pero mi mujer me está esperando y tiene toda la razón para hacerlo y motivos para disfrutar. Al Valencia no se le da muy bien el Levante y es el día de gloria para ella".

En este caso los Garijo-Cebriá no se perderán el duelo. Eso sí, lo verán juntos en casa, en la tele...

Piques necesarios por el derbi

Eso sí, los días de gloria, por ambas partes, duran y duran, pues desde el cariño mutuo que se tienen conviven con unos piques "necesarios para mantener la chispa y no aburrirse". Una rivalidad sana que ambos se han encargado de transmitir a sus dos hijos, Borja y Claudia, que le tienen cariño al Valencia y al Levante "por respeto a sus abuelos". Ellos no se mojan ante sus padres, aunque les tira un poco más el Valencia.

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