Joaquín, recibido y despedido con honores
Llegó Joaquín Sánchez con el Real Betis a Mestalla y fue recibido como uno de los nuestros. Aplaudido desde que bajó del autobús, el gaditano ha recibido el cariño de la afición valencianista desde su llegada al coliseo blanquinegro; se hinchó de saludar a los trabajadores del club y a ex compañeros suyos en el equipo. Se quedó boquiabierto con el nuevo aspecto de Mestalla y recibió del director de comunicación una serie de premisas de todos los cambios que se habían hecho desde que hace dos años y medio estuvo por última vez con el Málaga. Pero fue la afición ché, la que quiso premiar esas palabras de respeto por el club que tuvo esta misma semana.
Ya en calentamiento la gente le quiso saludar, le buscaban con la mirada y le llamaban para saludarle y ex valencianista no desatendió ninguna petición. La Curva Nord fue la primera en corear su nombre y este les devolvió el saludo. Cuando los jugadores saltaron al terreno de juego, el fondo norte le dedicó una pancarta en la que se podía leer: "Joaquín bienvenido a Mestalla". Él no se dio cuenta, pero fueron sus propios compañeros los que le indicaron el bonito gesto que había tenido la afición y le dedicó un aplauso. Mestalla entera se cogió a este aplauso y éste fue el especial recibimiento de 'uno de noi'.
A lo largo del partido puso en mucho aprietos a Lucas Orban, ya que cada vez que le encaró logró zafarse de él, pero tras la expulsión de Ceballos, el Betis retrasó sus líneas para proteger la meta de Adán y su producción ofensiva fue a menos. Pero bueno de los pocos que probó al meta Jaume Domenech, ya que en la primera parte el meta de Almenara sacó una buena intervención a disparo del '7'. Además, filtró un pase entrelíneas que dejó a Rubén Catro delante de Jaume, pero no hizo un buen control y acabó en manos del portero.
En la segunda mitad tuvo que ayudar a Molinero para detener las acometidas de Zakaria Bakkali por esa banda. Pepe Mel le preguntó a media hora para el final, cómo se encontraba. Joaquín le dijo con la mano que esperara un poco más, que estaba bien, pese a que en la primera parte una entrada de Orban le provocó un fuerte golpe en su tobillo izquierdo que le trajo por la calle de la amargura durante buena parte del primer tiempo. Pero a falta de un cuarto de hora, Mel lo cambió y fue ahí cuando Mestalla se olvidó de su cabreo por no ir ganando el partido y todo el estadio se levantó para despedir al 'Joaco'. Merecida despedida de Mestalla a uno de los grandes que ha pasado por el club.