Mathew Ryan agrada y convence en su debut

Mathew Ryan aprobó con nota en su debut como valencianista. El cancerbero australiano del Valencia agradó a los cerca de 5000 espectadores que ayer abarrotaron las gradas del Luis Suñer Picó. 

Espectacular, ágil, felino, infranqueable... y con la puerta a cero. Ryan hizo buenos todos los adjetivos que le precedían. Cierto es que no tuvo demasiado trabajo ante el PSV Eindhoven, pero con aquello de ser el nuevo, concitó buena parte de las miradas.
Seguro por alto, bajo palos, hablador y como si hubiera jugado toda la vida con sus actuales compañeros. Así es fácil que Ryan se metiera a su nueva afición en el banquillo.
Ante el campeón de Liga holandés, Ryan tuvo sobre todo trabajo por alto y con los pies. Así, en el minuto 2 se llevó la primera ovación de la tarde al salir con potencia y velocidad para atrapar por alto un balón dividido en el área. Hasta el 20 no volvió a intervenir, cuando de nuevo tuvo que intervenir por alto para atrapar un balón colgado en el área. 
La tónica pareció calcarse en la segunda mitad. Con el, cambio de campo, a pesar de que sus intervenciones llegaban con cuenta gotas, siempre eran correspondidas con aplausos. Eso sí, con el paso de los minutos se convirtió en un espectador de excepción ante la falta de ocasiones holandesas y acabó siendo sustituido en el minuto 82 con su portería a cero.
Cierto es que hubo un par de pelotas en el área pequeña en las que podría haber salido y no lo hizo, así como dos despejes que acabaron en pies de los delanteros rivales. Son, sin duda, son detalles de poca importancia y que, a buen seguro, con el tiempo, terminará puliendo. El favor del público, desde luego, lo tiene. No en vano, todas y cada una de las veces que tocó la pelota fue ovacionado por el público que acudió al Luis Suñer Picó.